La penúltima Noche de Gala de este FAOT 2019 resultó ser la tercera ocasión en este año que el Festival dedica su evento estelar a un asunto académico, lo cual siempre será admirable.
Después de las presentaciones previas del Estudio de la Ópera de Bellas Artes y la Noche de la Universidad de Sonora, tocó el turno ahora a la Gala del Taller de Ópera Alfonso Ortiz Tirado 2019, un taller conducido por la destacada especialista Teresa “Beba” Rodríguez, quien se encargó además de dirigir esta noche a los cantantes y a la Orquesta Filarmónica de Sonora.
El repertorio de esta sesión vocal académica estuvo cimentado en mayor medida en un repertorio operístico italiano básico: Verdi, Puccini, Bellini, Boito y Cilea, con un poco de Bizet aquí y otro poco de Offenbach allá. La continuidad de piezas vocales del programa estuvo formada por arias, duetos, y otras combinaciones, llegando a la presentación multitudinaria de los talleristas en sendas obras de Offenbach, Puccini y Verdi.
Es preciso mencionar que nada en el repertorio elegido fue ni fácil ni complaciente; esta noche, los cantantes y su principal instructora ofrecieron al público un programa serio y demandante.
El rendimiento general de los cantantes fue de buen nivel, lo que habla bien del rigor aplicado en su preparación para esta Noche de Gala, y quizá fue posible percibir que las damas ofrecieron mejores resultados que los caballeros. Esto se debió, como lo comentó la maestra Rodríguez, al hecho de que incidentalmente varias de las cantantes hoy convocadas ya tienen carreras en etapas más avanzadas que los cantantes varones.
Un dato ciertamente importante es que, de los quince cantantes aceptados originalmente en el taller, ocho son originarios de Sonora, seis de otras localidades del interior del país, y solamente uno de Ciudad de México.
Esto habla bien de que sí es posible apartarse del centralismo que suele aquejar a nuestras actividades artísticas y culturales, además de todo lo demás. Ante los resultados vistos y escuchados, es de esperarse que el FAOT dé continuidad, en ediciones futuras del evento, a esta saludable vocación de fomentar el rubro académico del canto, y no solo en el ámbito de la ópera.