¿Qué tan seguido te preocupas por el estado de los frenos de tu auto? Aunque no tan obvios como los efectos de un motor defectuoso, una falla en los frenos puede ponerte a ti, a tus acompañantes y a otras personas en peligro, lo que los vuelve una de las partes más importantes del vehículo.
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Afortunadamente los frenos son de esas partes que nos “hablan” cuando necesitan una revisión, con signos visibles y auditivos muy claros en el momento que surge algún problema. Lo mejor es siempre estar pendiente a estas advertencias y tomarlas en serio.
Frenos ruidosos
Cuando accionas los frenos estos deben llevar a tu vehículo a detenerse de forma perfectamente responsiva y sobre todo silenciosa. Un sonido anormal, como un chirrido o un roce, es una clara señal de que el sistema de frenos necesita un chequeo, ya que podría ser un signo de desgaste.
Una vez que empiezas a escuchar este ruido es cuestión de tiempo antes de que tus frenos pierdan la capacidad de detener tu auto a tiempo, por lo que es necesario atenderlo lo más pronto posible.
El auto se desvía hacia un lado
Todos hemos visto un auto que “se jala” hacia la izquierda o la derecha al conducir, esto por lo regular significa que es hora de una alineación en las llantas; sin embargo, cuando sucede al frenar es una historia diferente.
Si tu auto tiende a desviarse cuando frenas el problema puede deberse a un desgaste disparejo entre los forros de los frenos o a que necesita un reemplazo en el fluido de los frenos para funcionar de manera óptima.
Los frenos no responden bien
Si comienzas a sentir que los frenos no reaccionan como antes, esta es una de las principales advertencias para darles una revisada antes de que puedan ponerte en una situación de riesgo. Si el pedal de freno se atora o sientes que el sistema tarda más en accionarse que antes puede deberse a una fuga del líquido de frenos, lo cual se verifica buscando pequeños charcos bajo tu vehículo.
Es importante resaltar que todos estos son signos tardíos de que tus frenos necesitan atención; idealmente debes verificar la condición de estos regularmente para que no te fallen en una situación inoportuna.