El deporte siempre da segundas oportunidades a aquellos que luchan y no desisten en su sueño por ser los mejores en alguna disciplina.
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Para la sonorense Aylin Hernández, el camino no ha sido nada fácil, tras alejarse de la esgrima por un tiempo por no tener cómo entrenar, enfocó su tiempo y esfuerzo a la halterofilia, lugar que le abrió las puertas y en el cual comenzó a destacar.
Sin embargo, una lesión le volvió a cerrar las puertas del deporte, pero gracias a su carácter, disciplina y ganas de trascender, regresó a su primer amor, la esgrima, siendo ahora una de las sonorenses que participará en los clasificatorios en busca de un boleto a los Juegos Nacionales Conade.
“Desde que empezó la pandemia no dejé de entrenar, estuve con un entrenador que vino de la Ciudad de México, competí en Guadalajara en marzo en el primer selectivo y nos fue muy bien, yo ya subí de categoría, me quedan tres años allí y estamos buscando el pase a los Juegos Conade”, comentó para El Sol de Hermosillo.
Hernández se concentra ahora para el clasificatorio de esgrima, el cual se disputará del 12 al 17 de junio en Acapulco, Guerrero.
“Fue un giro de 360 grados, un cambio total, estuve entrenando más pesas y ya era como una costumbre, me estaban gustando mucho, pero hubo la lesión y tras ello estuvo un mes parada, hace unas semanas me dieron de alta y me dijeron que lamentablemente ya no iba a poder estar levantando pesas”, explicó.
De igual manera, afirmó que se encuentra entre un estado de felicidad por volver a la esgrima, pero tristeza por ya no poder desarrollar la disciplina de levantamiento de pesas. Cabe señalar, que sufrió problemas en la columna, un desgarre, desplazamiento de rótula y hernias de disco.
“A pesar de que haya sido fuerte (la lesión), tratamos de volver bien, tratar de contener la lesión y con lo que ya tenía de técnica, poder dar un buen papel en el clasificatorio”.
Incluso, la sonorense agradece su paso por halterofilia, pues asegura que le han ayudado mucho en su fuerza física, algo que notó durante el evento de Guadalajara, siendo una ventaja ante sus rivales.
“Tengo mucha más confianza en mí, tengo más potencia, quizá si me pueda hacer un poco más lenta, pero tengo la ventaja de que a mí no me podían tumbar mi espada, son más mis ventajas que desventajas”.
A sus 17 años de edad, Aylin quiere destacar a niveles nacionales en esgrima, demostrar que también de Sonora salen esgrimistas de calidad. Además, actualmente se encuentra entrenando con Samuel Oyama, quien ya ha sido su coach antes y con quien tiene gran confianza y entendimiento.
“Hay la confianza de años, los dos sabemos muy bien que con él fue mi primer pase a ochos en 2018, sabemos el camino, me siento bien, conozco la mayoría de las niñas con las que voy, ahorita es más estratégico, en esta categoría se juntas los años 2000-2003, es fuerte, pero con una buena estrategia, sé que se puede lograr una medalla”, afirmó.
Aunque cuenta con la confianza, sabe la importancia de ponerse a entrenar de lleno, pues tiene que pulir las pequeñas cosas que se habían quedado de lado cuando no había podido entrenar esgrima de lleno.
Asimismo, señaló la diferencia que hay en apoyos entre levantamiento de pesas y esgrima, pero recalcó que tras la nueva administración, ha habido ciertos cambios.
“Es muy diferente, la verdad, pero ahorita ya nos pusieron pista, es algo, de mucha ayuda lo electrónico, al tener pista es un gran apoyo que nos está dando Codeson”, dijo.
Aylin no competía de manera oficial desde la Olimpiada Nacional (hoy Juegos Conade) de 2019, por lo que su regreso y buen resultado en Guadalajara, es un claro ejemplo que tiene el potencial para luchar por trascender.
“Me siento bien, sé que tengo un trabajo fuerte, la estrategia que tenemos es una que hemos llevado antes, la verdad es muy buena y sé que si lo trabajamos bien, vamos a dar un buen papel”.
Como dato curioso, la joven se encuentra vendiendo raspados para juntar fondos de cara a los eventos nacionales, mismos que le sirvan de apoyo para solventarlos.
“Ya es una tradición que viene de mi familia, estuvieron vendiendo raspados hace 40 años, mi abuela tuvo una refresquería donde ahorita andamos vendiendo”, expresó.
La refresquería se encuentra ubica en la 12 de Octubre, esquina Manuel M. Diéguez, #210 en la casa de la esquina, “soy raspados naturales, le hemos metido chamoyadas y se han vendido mucho, todo es de frutos naturales”.
Por último, les mando un mensaje a otros jóvenes, de quienes espera le den una oportunidad a la esgrima, una disciplina que espera sea más reconocida.
“Prueben, dense la oportunidad, es un deporte elitista, es un deporte que la verdad es caro, pero vale la pena, implica mucha concentración, toque por toque, en un asalto de tres minutos es un juego de muchas emociones”, finalizó.