Un día como hoy, pero de 1972, se inauguró un inmueble que con el paso del tiempo se convertiría en una de las casas más beisboleras e históricas de nuestro país, el mítico estadio Héctor Espino en la capital sonorense.
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El estadio, que fuera casa del equipo más ganador de la hoy Liga Arco Mexicana del Pacífico por 41 años (1972-2013), al principio fue conocido como “El Gigante del Choyal”, por su ubicación en Hermosillo, pero recibió su actual nombre en 1976 en honor al legendario jugador Héctor Espino González, considerado el mejor jugador en la historia de Naranjeros de Hermosillo y de México.
A lo largo de su historia, pasó de contar con una capacidad de 10,000 a 15,000 personas, tras varias remodelaciones.
El inmueble recibió lo mejor del beisbol invernal mexicano, albergó 12 de los 16 títulos que ostenta Naranjeros de Hermosillo, fue sede de 5 Series del Caribe (1974, 1982, 1987, 1992 y 1997).
De igual manera, “la catedral del beisbol sonorense”, recibió 8 juegos de exhibición entre equipos de las Grandes Ligas.
Fuera del beisbol, también fue casa del equipo profesional de futbol Cimarrones de Sonora, cuando el club ascendió a Segunda División y buscaban cumplir con las normas para concretar dicho boleto. El conjunto cimarrón disputó del Apertura 2014 al Apertura 2015 en dicho lugar e incluso vivió una final en el 2014.
También fungió como hogar de los Coyotes de la UTH en el futbol americano universitario y vio encuentros de la Conadeip en 2017.
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Actualmente, el inmueble se encuentra en una remodelación casi total, después de pasar en el olvido durante varios años, esto con el fin de convertirse en la nueva casa de una de las academias para el desarrollo del beisbol a nivel nacional que impulsa el gobierno federal.
