Ser árbitro de futbol no es una profesión sencilla, por lo que no muchos suelen dedicar tanto tiempo para poder ejercerla, sin embargo, todos aquellos que logran llegar a lo más alto, fue gracias a su trabajo, dedicación y sacrificio.
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A pesar de que en Sonora no cuenta con mucha presencia arbitral en el futbol profesional, actualmente se cuenta con uno, quien a pesar de su juventud, ha recorrido un camino largo y difícil.
Para el silbante Guillermo Pacheco Larios, esté camino lo llevó a ser el primer sonorense en debutar en Liga MX, laurel que logró en la fecha 3 del Torneo Apertura 2021 en duelo entre Atlas y Pachuca, siendo el árbitro central.
En dicho cotejo, al silbante no le tembló la mano y sacó cinco tarjetas amarillas, cumpliendo en términos generales con un debut aceptable.
Orgullo sonorense
El oriundo de Nogales, Sonora, tuvo que recorrer distintos niveles dentro del futbol mexicano para poder ser tomado en cuenta, mismo en el cual deben dar resultados que los avalen mientras van ganando experiencia en el campo.
El joven sonorense participó en torneos juveniles de carácter estatal, regional y nacional, desde que tenía 16 años de edad, donde por sus buenos números logró dar el paso a ser contemplado para tomar los cursos correspondientes para obtener gafete profesional que obtuvo a los 18 años.
Durante esté proceso, Guillermo Pacheco dirigió en torneos de Fuerzas Básicas, Tercera y Segunda División, además de terminar de formarse en Liga Femenil, Copa MX y Liga de Expansión.
En Expansión, fungió un total de 30 veces como árbitro central y fue tomado en cuenta en Liga MX en 33 ocasiones, pero como cuarto silbante.
Hoy, a sus 26 años, se encuentra dentro de la lista de árbitros mexicanos que pueden pitar durante el torneo Clausura 2022 de la Liga MX y es el primer sonorense en 20 años que pita en Primera División y es un orgullo para el deporte de nuestro Estado.
¿Hay árbitras en Liga MX?
Por otro lado, como bien mencionamos anteriormente, llegar siquiera al profesionalismo dentro de la carrera de arbitraje es un camino empinado de muchos años y en un deporte mayormente vinculado con la rama varonil, no es nada sencillo poder ganarse un espacio.
Desde la llegada de la Liga Femenil MX al deporte profesional mexicano, la vitrina y las puertas se han ido abriendo cada vez un poco más, sin embargo, el número de silbantes femeniles que se encuentran en el máximo circuito varonil, sigue siendo desproporcional al de varones en la Liga Femenil.
La lucha ha sido constante, pero hay mujeres que a través de su trabajo y resultados, actualmente forman parte del listado de árbitros que dictan autoridad en Liga MX.
Las tres silbantes fungen como asistentes y son: Enedina Caudillo Gómez (asistente 1), Jéssica Fernanda Morales Morales (asistente 2) y Karen Janett Díaz Medina (asistente 1).
Destaca que también se encuentran alrededor de cuatro mujeres que se desempeñan como principal, pero han sido alineadas como cuarto árbitro en busca de que sigan empapándose e instruyendo en llevar los juegos.
Las tres jueces, cuentan con gafete FIFA y casos como el de Karen Díaz, sobresalen, pues tan sólo el año pasado, se convirtió en la segunda mujer en cumplir 100 partidos como árbitro en Primera División, además de ser la primera en estar en una final durante el Torneo Guardianes 2020 (Pumas vs León).
Cabe señalar que, como ha mencionado el presidente de la Comisión de Árbitros, Arturo Brizio, la llegada de silbantes mujeres no es cuestión de moda, sino trabajo recurrente que pone en el horizonte a las árbitras que luchan y aspiran a dirigir en Primera División.
Además, la Liga de Expansión se convierte de a poco en un semillero para las árbitras con esta intención, pues trabajan para dirigir en partidos varoniles, adecuándose a los ritmos y enfrentando las adversidades que conlleva para cualquiera que imparta el orden dentro de un terreno de juego.
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A pesar de esto, lo que se debe cambiar y mejorar para llegar a una igualdad de oportunidades, es mucho y hay trabajo que los directivos y comisiones del futbol nacional, deberán poner manos a la obra, para no dejar pasar esas jóvenes mujeres con talento y capacidad.
