Uno de los hobbies favoritos del abuelo de Brianda era hacer carpintería; elaboraba sillas, mesas, puertas y también restauraba los muebles que había en su hogar. Cuando la joven visitaba a sus abuelos observaba de lejos al adulto mayor realizar esta actividad, ya que no estaba interesada en aprender sobre ella, sin embargo, la vida dio un giro inesperado y cambió su forma de pensar ante este oficio.
En este Día del Carpintero, te contamos la historia de Brianda Vizcaíno, quien tiene 32 años de edad y es una mujer carpintera que rompe los estereotipos tradicionales, pues ofrece su trabajo de fabricación, corte y moldeo de piezas de madera. La joven estudió la licenciatura en Decoración y Diseño de Interiores en una universidad de Hermosillo, en su plan de estudio había una materia referente a la restauración de muebles, fue en ese momento donde descubrió el amor por la reparación de estos artículos fabricados con madera.
“Para la clase restauré un buró que hizo mi abuelo, ahí fue donde le encontré la inquietud de la restaurada en ese entonces había una institución que impartía clases de carpintería y entré el abril del 2012, desde ese momento no me dedicaba formalmente empecé a hacerlo en casa y con mis familiares, lo que fueran pidiendo y me fui metiendo más y más”, señaló.
En el 2020 debido a la llegada del Covid-19, Brianda perdió su empleo por lo que se dispuso a crear su página Mathe Diseños para ofrecer su trabajo y de esta manera dar inicio a su proyecto, el cual consiste desde pegar los barrotes de una silla, hacer restauraciones hasta diseñar una cocina completa.
“Me enfoqué más de lleno en esto, es un trabajo muy nombre, lo que más me ha servido es que dicen que porque soy mujer tengo más ojo para el detalle y nunca fallo en el tiempo de entregas, sólo en diciembre me atrasé un poco porque me dio Covid, le he enseñado mi esposo y trabajamos juntos en el patio de mi casa”, mencionó.
La mujer carpintera señaló que una de las dificultades que tuvieron fue no contar con un medio de transporte grande para mover las piezas, pues tenían que pedir prestado un automóvil con sus amigos y familiares durante algunos meses mientras recuperaba un pick up que su papá tenía abandonado desde hace años y le llevó tiempo arreglarlo.
Dentro de las actividades que realiza lo que más disfruta hacer es la restauración y los acabados, sin embargo le gusta fabricar burós, bases de cama y el proyecto más grande que hizo fue la recuperación de un piano que se encontraba destrozado y lo convirtió en un escritorio.
“Hasta ahorita todo ha sido positivo, mucha gente te quiere regatear y por comentarios como esos las microempresas no se pueden convertir en grandes empresas, el tiempo, maquinaria y material cuesta, pero a pesar de ello he tenido comentarios muy positivos, todo está hecho con amor porque la verdad si le pongo todo el esfuerzo cada vez que hago algo, como si fuera para mí”, dijo.
La demanda de trabajos de carpintería cada vez es más grande, pues se ofrecen distintos artículos de madera que se utilizan en el hogar u otros establecimientos, el precio de éstos puede variar de una reparación menor a un costo de 50 pesos hasta los 50 mil pesos.
Sigue a El Sol de Hermosillo en Google News y mantente informado con las noticias más recientes
“No tengan miedo, si tienen alguna inquietud con la profesión averigüen y si les gusta aprendan, anímense que la vida es error y prueba, si no te sale le vuelves a intentar, mi papá nos crió para ser independientes, siempre fui la que hacía el trabajo de campo y él me motivaba, así que hagan lo que les gusta y pierdan ese miedo a probar cosas nuevas”, concluyó.