Hace una semana la chef Carmen Palacios lanzó una dinámica a través de sus redes sociales para recaudar víveres y ayudar a los adultos mayores que residen en el municipio de Santa Ana, Sonora, lugar de donde es originaria. La actividad consistía en el intercambio de una despensa equivalente al costo de un pastel de chocolate, que sería elaborado por ella con ingredientes de su cocina.
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Ante el impacto causado en los ciudadanos y algunas empresas, la meta se duplicó y gracias a ello se beneficiaron más de 100 adultos mayores y personas discapacitadas que habían perdido sus empleos por la emergencia sanitaria propiciada por el Covid-19.
En punto de las 4:30 horas, Carmen Palacios y su hija Jimena Martínez emprendieron camino para ayudar a la gente del pueblo. Su llegada fue a las 8:00 horas y una hora después comenzaron con la entrega de las despensas por todo el municipio.
Al llegar se percató que su madre se encontraba en la puerta de la casa preparada con su careta y cubrebocas para acompañar a su hija y su nieta en el recorrido, para saludar a sus amigos a través del cristal y mandarles vibras, bendiciones y mostrar su apoyo hacia ellos.
“Llegaron unos chicos de Santa Ana que habían cambiado cupcakes por despensa, por apoyo y ahí acabalamos más despensa, fueron alrededor de 30 más y nos unimos para llevarlos a cada rincón del pueblo, fueron 130 apoyos, hicimos una ruta, posteriormente se hizo un filtro para saber las condiciones de las personas y dirigirnos a los más necesitados”, explicó Carmen.
Entre alimentos no perecederos, frijol, arroz, medicamentos, artículos de limpieza como coloro, jabón, artículos de higiene y algunas cosas para curación como alcohol, algodón y agua oxigenada estaban compuestas las despensas.
“Una noche antes mis vecinas se acercaron para llevarme algunos productos y alimento suelto; y así los subí al carro, llevábamos el carro lleno de despensa y otros artículos, lleno de esperanzay felicidad para los habitantes de Santa Ana”, mencionó.
Desde hace 14 años, Carmen realiza actividades altruistas para apoyar a los más necesitados en Sonora, en esta ocasión decidió ayudar al pueblo que la vio crecer, llevando alegría y esperanza a los adultos mayores que estaban pasando por una situación difícil durante la pandemia.
“Cuando llevábamos una despensa, cada vez que la recibían nos llenaban de bendiciones y agradecimiento, algunos nos recibían en la puerta, otros no podían levantarse de su cama e íbamos hasta dentro, hubo gente que nos abría y nos decían “pensé que no vendría nadie”, pasábamos por sus cocinas y estaban limpias, sin nada que comer”, compartió.
Las 130 despensas fueron equivalentes a sonrisas, agradecimientos, cariño, bendiciones y fue una motivación para Carmen y todo el equipo para seguir haciendo actividades y ayudar a las personas que más lo necesitan.
“En su mayoría eran adultos mayores y todo estaban muy felices, en lo personas estoy agradecida con Hermosillo y la gente de Santa Ana, también con las empresas, con todos los ciudadanos porque cada vez que se entregaba una despensa se le decía a la gente de dónde provenían y quiénes había sido partícipes en esta donación”, señaló.
Fueron alrededor seis horas de arduo trabajo, visitar casa por cada, hablar con la gente y expresarles el apoyo incondicional de todos los ciudadanos y provocarles sonrisas que quedarán marcados en los corazones de aquellos que hicieron posible la actividad.
“Agradezco a toda la gente con la empresa, ciudadanía y de verdad para mí es prioritario que ningún adulto mayor no tenga hambre, tengo 14 años haciendo esto y voy a seguir trabajando por mi pueblo, terminamos muy cansadas pero felices”, expresó.
Carmen mencionó que continuará haciendo actividades para llevar esperanza y felicidad a la gente con el apoyo de los ciudadanos, las empresas y todos aquellos que se sumen a las dinámicas de ayuda para llevar alimentos y otros artículos a quien lo más lo necesite.
“Quien me conoce sabe que no me puedo quedar quieta y tengo toda la intención de replicarlo, el que no se mueve se oxida, voy a seguir haciendo esto; tengo la cabeza llena de ideas, sé que no podemos cambiar el mundo pero está en nosotros hacer la diferencia, pero esto nos hará mejores seres humanos y vamos a ser felices”, finalizó.
