Los coatíes son mamíferos pertenecientes a la familia Procyonidae, y se encuentran de manera regular en gran parte del estado de Sonora, se les conoce como Coati, pero también reciben el nombre de Cholugo o Chulos y se alimentan de frutas, insectos, pequeños reptiles, mamíferos y huevos, por lo que se les considera como omnívoros.
Estos pequeños animales suelen causar atracción de las personas, pues los ven apacibles y por su pelaje y colorido, especialmente de su cola anillada que la mayor parte del tiempo la mantienen erguida, causan hasta algo de ternura, y aunque pueden convivir con los humanos y en algunas ocasiones, incluso, ser domesticados, no dejan de ser animales salvajes y con esas enorme garras que cuenta, pueden agredir fuertemente si se sienten amenazados, aún así se les conoce como animales muy sociables.
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Por esas mismas garras, muy del estilo de los osos, suelen ser expertos escaladores y utilizan su cola para equilibrarse, aunque es más frecuente que busquen alimento en el suelo, son muy buenos recolectores, por lo que es común no sólo verlos en los bosques, selvas y zonas áridas de Sonora, sino que son capaces de acercarse a centros urbanos, buscando alimento.
Diferentes amenazas de los coatíes
Por el tamaño de su cuerpo que no es muy grande es susceptible a los ataques de algunos depredadores naturales, que incluyen serpientes, aves rapaces y otros mamíferos que habitan las mismas áreas, en el caso de Sonora, pueden ser en específico víboras de cascabel, búhos, halcones y coyotes.
Sin lugar a dudas la amenaza que han recibido en su hábitat natural ha provocado que las “bandas” de Coatis se estén trasladando buscando el sustento para todos los miembros de la familia y por eso a menudo se los observa incursionando en los campamentos y saqueando los recipientes de basura.
El fotógrafo Rada SC compartió un video en su página de facebok, donde se puede apreciar una familia numerosa de coatíes entre el bosque de Yécora, Sonora y él mismo ha podido capturarlos igualmente en video en San Carlos, lo que nos da una idea del tipo de ecosistema que prefieren, con presencia de agua, abundante vegetación, para encontrar alimento y al mismo tiempo esconderse de sus depredadores.
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Otro factor que tiene en contra es el humano, pues en ciertas regiones es atacado, porque piensan que es nocivo para sus cultivos o granjas, confundiéndolos con tejones o tlacuaches, que ese tipo de animales sí suelen amenazar aves en cautiverio y es por eso que son cazados y suelen acabar con familias enteras.
Si bien su presencia se extiende casi por todo el continente, en Sonora tienen una buena población, se han adaptado de muy buena forma, incluso en algunas zonas con temperaturas más altas y climas áridos, y suele reproducirse de manera regular en este territorio con camadas de entre 5 y 7 crías.
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