Una de las lecciones que Rafael Cruz Flores ha aprendido luego de 35 años de experiencia como técnico de mantenimiento automotriz, es que la capacitación constante es fundamental para seguir vigente en el mercado.
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El mecánico de 53 años de edad contó para El Sol de Hermosillo que todo empezó cuando entró a estudiar mantenimiento automotriz en el Conalep a mediados de los 80.
Al mismo tiempo comenzó a trabajar en un taller mecánico, siendo ese su primer acercamiento empírico de la materia. Luego de unos años, ingresó a la Planta Ford de Hermosillo, siendo su primera asignación el cambiado de aceite en el área de lubricación.
“Cuando yo entré a la agencia, yo tenía bases de mecánica, tenía tres años trabajando en el taller y sabía reparar motores y todo lo que había en ese tiempo, pero el gerente me dijo que no me podía meter de mecánico y entré de prueba cambiando aceite”, señaló.
Luego de un mes en dicha área, en la planta necesitaban de un motorista, siendo Rafael el elegido y comenzando así su constante capacitación hasta convertirse en jefe de taller en Hermosillo y posteriormente gerente de servicios en Nogales.
“Y en el 2002 una nueva franquicia de BMW llegó a Hermosillo, iba iniciando, de hecho no tenían todavía ni edificio, pero supieron de mí y hablaron conmigo, me ofrecieron la gerencia de la BMW de Hermosillo, iban a traerse Volkswagen e iban a traerse la marca Seat, renuncié a la Ford y me vine a trabajar a esa empresa”, aseveró.
Abre su taller
Al mismo tiempo, Rafael abrió su propio taller en el patio de su casa, donde recibía automóviles que habían acabado su garantía en las agencias, a fin de realizar trabajos preventivos y correctivos.
Poco a poco se fue especializando en vehículos de “alta gama”, las recomendaciones de clientes satisfechos comenzaron a correr y de pronto, Rafael tomó la decisión de renunciar a BMW para dedicarle tiempo completo a su negocio: “RC Automotriz”.
“Llegó el momento en el que el taller mío empezó a crecer tanto por la misma necesidad que había de técnicos que pudieran reparar este tipo de vehículos, la necesidad me hizo que ya diga que estoy descuidando mi taller y empecé a trabajar más aquí y renuncio a BMW”, aseveró.
Lo que hoy es un espacio completamente habilitado, con siete rampas hidráulicas para trabajar, anteriormente era un terreno sin piso de concreto, con un tejabán para cubrirse del sol y una mesa de trabajo.
Además de las recomendaciones de los clientes satisfechos, el Internet y las redes sociales han servido para que el trabajo de Rafael sea reconocido más allá del Ejido La Victoria, pues personas de otros municipios han confiado en su trabajo.
En todo este tiempo han entrado varios ayudantes de mecánico y han salido técnicos que abren su propio taller o entran a una agencia automotriz, teniendo actualmente a cinco jóvenes trabajando con él, incluyendo a su hijo de 22 años.
Alta demanda en pandemia
Pese a las complicaciones económicas que representó la pandemia por el Covid-19 para muchos sectores, no hubo un día en que se presentara trabajo para Rafael y su equipo de trabajo.
“Ahorita con la pandemia por el tipo de vehículo que manejo, no tuve ningún problema, tuve mucho trabajo, he tenido alta demanda que no sentí que hubiera pandemia gracias a Dios, porque siempre tuve muchos carros”, externó.
En promedio recibe entre 10 y 15 vehículos por semana, la mayoría son autos de alta gama que se quedan más de un día para la realización de trabajos correctivos.
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“Me traen carros de todo el Estado, me llegan de Nogales, de Obregón, de Navojoa que saben de mí, ahora con la tecnología, que el Google Maps, el Facebook, pero más bien es la recomendación”, apuntó.
Una de sus metas es seguir trabajando en lo que más le gusta, ser “escuela” de más mecánicos exitosos y dejar un legado automotriz a su familia.
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