Con tan solo 6 años de edad, Rodrigo Martínez Orozco oficia la sagrada misa desde la sala de su hogar, un sillón blanco que simula el altar, un rosario, la Biblia y un par de copas son parte del escenario que el pequeño montó para compartir la palabra con sus seguidores.
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Sus padres lo llevan escuchar la misa a la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario, ubicada en Ciudad Obregón, lugar donde conoció al sacerdote José Guadalupe Vázquez, quién lo motivó a replicar la actividad desde su casa desde hace más de un año.
“Desde que vi a ese padre me gustó mucho porque él contaba chistes, él decía ‘en el nombre del Padre, el Hijo y del Espíritu Santo’ y si no contestaban amén, decía ‘ay no durmieron bien y volvía a repetir’, entonces de ahí me gustaron los chistes”, compartió el niño.
A través de redes sociales Georgina Orozco, madre de Rodrigo, comenzó a difundir los videos que se hicieron virales y algunas personas se comunicaron para hacer peticiones especiales por sus familiares y amigos.
“Mucha gente le empezó a pedir misas para los enfermos de Covid y empecé a subir los videos del niño pidiendo por los enfermos y fue ahí como más gente empezó a saber de él y de cómo hacía sus propias misas”, manifestó Georgina.
Con apoyo de sus seguidores fue recolectando artículos para hacer las misas, una canasta de colecta, un copón, pañuelo, copas de plástico, rosarios y una Biblia son los complementos básicos del altar de Rodrigo.
“El niño siempre me pedía un disfraz pero no le hacía caso, un día fuimos a la estética a cortarle el cabello y la muchacha le puso una bata blanca, entonces yo le conté la historia de lo que hacía porque parecía una sotana la que le había puesto, entonces se la regaló y es la que utiliza siempre”, mencionó.
La ceremonia le lleva alrededor de 15 minutos y las realiza a las 11:00 o a las 15:00 horas en un espacio de la sala de su casa adaptado para hacer la ceremonia, que es organizada por el niño.
A pesar de que Rodrigo aún no sabe leer lo suficiente, su madre le ayuda a escribir y memorizar las palabras que dice en sus videos para que sea más fluido y pueda disfrutar más de lo que hace.
“Al principio nos causaba mucha gracia, lo compartía con mis familiares, luego se hizo viral y mucha gente me manda mensajes para que pida por cierta personas, enfermos, graduantes y este fin de semana pasado por el Día del Padre”, explicó.
En Navidad de 2019 Rodrigo pidió de regalo una bocina y un micrófono para hacer la misas, él comenzó a preparar solo el altar dos veces por semana y cuando le hacen una petición en especial pide ayuda a su mamá para grabar e iniciar con la ceremonia.
El pequeño menciona que le gustaría ser sacerdote cuando sea grande, también que disfruta compartir buenos deseos con la comunidad en general y su sueño más grande es viajar al vaticano para conocer al papa Francisco.
“Un día dijo que iba a renunciar porque llevaba un mes sin hacer la misa por la pandemia y lo subí a Facebook, entonces empezó a recibir muchos mensajes y tuvo que regresar porque la gente le pidió que volviera a hacerlas”, dijo Georgina.
A pesar de la situación por la que está pasando el mundo, Rodrigo continúa con sus oraciones para que lleguen a las personas de todo el mundo y no pierdan la fe ante la pandemia de Covid-19.
“Nos llena de orgullo y nos encanta que él haga eso, dice que le gusta lo que hace y si esa es su vocación lo vamos a apoyar, si no también, lo que decida; por lo pronto vamos a seguir apoyándolo para que siga pidiendo por las personas, la gente se siente bendecida y eso nos gusta, nos hace sentir bien”, finalizó.