Diana Ayala es una tiktokera sonorense muy activa en su cuenta @ladianayala y en su canal comparte videos constantemente donde sale hablando del rancho donde creció, del ejido y del pueblo cercano, lugares que extraña, pues se casó y ahora vive en otro estado, pero sus relatos siempre son entusiastas y llenos de orgullo de su origen en Sonora.
Por petición de su mamá no ha revelado el pueblo de dónde son originarios y ella ha respetado eso, aunque le cuesta trabajo pues se muere de ganas de gritarle al mundo y presumirles ese rinconcito sonorense donde ella creció, entre vacas, pastizales, vistiendo botas y sombrero, presumiendo su rubia y rizada cabellera al ritmo de la música de La Brissa, La Concentración o Laberinto.
Ella es rubia, de ojos verdes y muy atractiva, sus facciones son muy finas y casi siempre sale bien maquillada y arreglada, una verdadera obra de arte y por eso algún seguidor la tachó de “Whitexican” y presumida, a lo que ella con su inconfundible acento “bronco” sonorense, le respondió mostrándole algunas fotos desde que era muy chiquita, siempre en su rancho como lo relata en todos sus videos:
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“Este enfadoso sencillo, de mi credibilidad nadie va estar dudando, claro que sí Joaquín tenemos imágenes, aquí esta cuando yo era una jovenzuela cuando apenas aprendía a caminar por el rancho y luego aquí parada muy orgullosa yo con mi herencia, muy con mi pelo chino, y luego aquí yo recogiendo pacas de alfalfa, porque no tiene ciencia ir manejando así derechito, nomás que no se vaya para ni un lado el tractor, no hay mayor ciencia”, describe.
La música que lleva en las venas y que no olvida
Su espontaneidad es algo que sobresale en su contenido, no le pesa aparecer recién levantada, despeinada y con la pijama con botas vaqueras estampadas, no niega las cruz de su parroquia y por el contrario lo grita a los cuatro vientos, como lo hace con la música que la marcó desde la infancia y de la que no se desprende hasta la fecha.
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“Pues yo soy sonorense y bien de rancho, ya les he mencionado la música que a mí me gusta, La Brissa, La Concentración, Laberinto, Pauta Azul, etcétera, pero también me gusta mucho Lalo Mora, Los Invasores, Valentín ni se diga, porque yo me crié escuchando la música de Lalo el Gallo, de Antonio Aguilar, y era lo que yo escuchaba y se arraigó en mí esas costumbres, aunque mi mamá dice que no sabe de donde salí, ¡del marido que tú escogiste madre!”, remata Diana.
Y ella como buena madre sonorense, les pone esa música a sus hijos, para que cuando vayan de visita al rancho se sientan acoplados, pero ellos son de otra generación y tienen otros gustos, más del pop anglosajón, (por los ejemplos a manera de parodia que menciona) y eso le molesta bastante: ”¡Ay! les quiero quitar el apellido ya”, finaliza el video.
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