Cada mañana, Diana Castro se prepara para iniciar su jornada laboral en una tienda de autoservicio en Hermosillo y espera con ansias ver a sus compañeros para comenzar con las actividades del día. Desde hace 10 años la joven se desempeña en el área de limpieza, acomodo de productos, entre otras funciones.
Diana nació con una alteración genética ocasionada por la presencia de un cromosoma extra, mejor conocido como síndrome de Down, su esfuerzo, amor y dedicación a lo que hace han sido parte fundamental de su desarrollo, pues no sólo ha logrado cubrir más áreas en la empresa y cumplir con las asignaciones del día, sino también es campeona nacional en natación y ganadora de dos medallas de oro y bronce en boliche.
Estudió en el Centro de Atención Múltiple número 41, en el mismo lugar aprendió sobre cocina y lavandería. Al concluir la escuela, conoció sobre una convocatoria que se abrió para reclutar personal y trabajar en un Oxxo, sin pensarlo Diana participó en una primera entrevista y de 10 personas que mandaron su solicitud sólo dos fueron elegidos entre ellos la joven.
“En Oxxo le hicieron una evaluación para incorporarse, solo dos personas quedaron y le dieron una beca de trabajo, desde hace 10 años trabaja en la tienda y también tiene tiempo para hacer otras actividades como bailar que es algo que disfruta mucho”, mencionó Gilberto Castro, su padre.
Diana es la hija menor de 4 hermanos, su educación ha sido distinta a los demás pero gracias a su esfuerzo y sus ganas de salir adelante ha logrado su estancia laboral y sus triunfos en las actividades que realiza, asimismo compartió que desde hace 7 años va a zumba, ya que le gusta bailar y hacer ejercicio al mismo tiempo.
“Tiene su carisma, se lleva bien con sus compañeros, antes de estar en esa casa, vivimos en algunos estados del país, cuando regresamos a Hermosillo Diana se sintió muy feliz, entonces comenzó a hacer varias actividades hasta lograr quedar como campeona nacional de natación y ganó medalla de oro y bronce en boliche representando a México en Puerto Rico”, señaló.
Con el paso del tiempo su trabajo ha incrementado, pues le gusta aprender sobre todo lo que se hace en la tienda desde limpieza de latas, bodega y cuarto frío, hasta preparar el café, espero a futuro continuar trabajando y volver a hacer zumba para ver a sus amigas.
Gilberto Castro aseguró que con paciencia y amor se pueden lograr muchas cosas, ya que son personas especiales que necesitan de tiempo, cariño, educación, tener buena alimentación y deben aprender a ser independientes para que logren sus objetivos.
“Pueden desarrollar muchas habilidades, se les tiene que dar la oportunidad a que convivan con otras personas, ellos aprenden mucho de los demás, estoy muy orgulloso de todos mis hijos porque son muy unidos y apoyan mucho a Diana, le dan mucho cariño”, compartió.
La familia de la joven no sólo la ha apoyado en sus clases escolares y su desarrollo profesional de trabajo, sino también han investigado en otros países como España y Argentina sobre sistemas de educación para personas con síndrome de Down y cómo podrían utilizarlos en Sonora para personas que tengan con la condición.
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“Mi consejo para todos los padres es que se les dé la oportunidad, que no los cubran tanto, ellos saben que son personas Down y tienen sus limitaciones, eso hay que enseñarles para que aprendan a ser independientes, que lleven a cabo sus proyectos y logren sus objetivos”, concluyó.