Considerado un animal afrodisíaco por el que se paga una gran fortuna, el pez mexicano totoaba también conocido como ‘la cocaína del mar’, vive en las aguas del Golfo de California y se encuentra en peligro de extinción debido a la demanda en los mercados.
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En mayo de 2020 la Guardia Nacional confiscó 127 piezas de buche de totoaba en Mazatlán, Sinaloa; su vejiga natatoria podría tener un costo de hasta 9 mil dólares por kilo. A pesar de que su venta es ilegal su mercado más fuerte es China, pues lo consideran como un platillo de lujo.
El buche de totoaba se distribuye en el mercado asiático, sobre todo en China, ya que es un animal que se le atribuyen capacidades curativas y afrodisíacas en su vientre natatorio. Su pesca está prohibida, sin embargo los barcos furtivos buscan hasta en las profundidades del Golfo de California para encontrarlo.
Desde hace décadas esta especie lucha contra la caza furtiva, por tal motivo se encuentra en peligro de extinción, pues es buscado por tener propiedades. El buche o vejiga natatoria, la parte que se utiliza para flotar, se ha convertido en un producto muy reconocido en China.
La venta para los traficantes asiáticos de un kilo de buche de totoaba podría ser entre 500 y 2 mil dólares; posteriormente ellos lo revenden en el mercado negro por un valor que llega casi a los 9 mil dólares, aseguró la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) de México.
Es una especie originaria de las cosas del noroeste mexicano cuya explotación inició en la década de 1920; esta actividad no solo ha dejado un grave peligro de extinción a esta especie, sino también a la vaquita marina, un mamífero acuático con la que comparte espacio geográfico.
Pese a que la pesca está prohibida, su gran valor en el mercado negro chino ocasiona que el pez de dos metros de largo y 150 kilos de peso sea víctima de la pesca furtiva.
Los asiáticos lo preparan en sopa, pues se dice que tiene cualidades medicinales y regenerativas, así como también afrodisiacas, convirtiéndolo en el principal mercado negro de este animal marino.
Entre los beneficios que tiene está mayor potencia sexual, disminuye el colesterol, mejora la circulación, rejuvenece la piel y otorga longevidad a quien lo consume.
Debido a las técnicas de arrastre que utilizan los pescadores ilegales para atrapar a esta especie, se ha provocado que queden menos de 20 vaquitas marinas vivas, según se estima.
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Por tal motivo el gobierno de México trabajó en el Alto Golfo de California para combatir la extinción de la vaquita marina, un mamífero que no se ha podido reproducir en cautiverio.
Existe un refugio marino para estos animales considerados Patrimonios de la Humanidad por la Unesco, que tiene como objetivo un plan de conservación de estos animales.