Muchos de los productos responsables de la contaminación del medio ambiente y la aceleración del cambio climático en la Tierra llegan a pasar por nuestros hogares, sin que nos demos cuenta del peligro que estos productos del día a día pueden representar para la naturaleza. Según reporta Greenpeace, así sucede con uno de los mayores contaminantes del mundo.
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De acuerdo con un reporte anual publicado por la organización ambientalista, se trata de las botellas de refresco la mayor fuente de contaminación por plástico en todo el mundo, y las empresas responsables de esta catástrofe ambiental están muy bien identificadas.
Como es de esperarse, se trata de Coca Cola, seguida por Pepsi, quienes producen al año más de tres millones de toneladas de envases de plástico que son desperdiciados y terminan libres en el ambiente. Sólamente a esta primera empresa le corresponde un 10% de los desechos de este tipo que cada año se producen en el mundo.
Los datos para el estudio se han recabado a través de voluntarios de todo el mundo que en conjunto han logrado recoger más de 330 mil envases de plástico de distintas playas alrededor del globo.
Greenpeace ha denunciado antes a las refresqueras, junto a otras multinacionales como Nestlé y Unilever, por no reducir la cantidad de plásticos que emiten, en lo que señalan como un “fracaso” de parte de estas compañías para reducir su impacto ambiental.
Además de los contenedores, botellas y empaques que terminan en el ambiente, la producción de plástico para cubrir las necesidades de Coca Cola significó la emisión de 14 millones 907 mil 105 toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera; un patrón que siguen de cerca otras empresas de su talla. Esto se debe a que para producir el plástico la materia prima, la energía y las cadenas de suministro todavía dependen directamente de combustibles fósiles, incluso el reciclaje está encadenado a estos recursos.
Al otro lado de esta cadena se encuentran los productores de petroquímicos como Chevron Phillips, Shell y ExxonMobil, que según la organización ambientalista mantienen acuerdos de oponerse a las nuevas legislaciones que buscan acabar con los plásticos de un solo uso.
A pesar de los esfuerzos internacionales para reducir la contaminación y las emisiones de gases de efecto invernadero, la industria del plástico creció en 2020 a comparación con otros años, alcanzando hasta 367 millones de toneladas métricas.
