A sus 26 años Ángel Carlos Sánchez creó una técnica de agricultura sostenible para cultivar lechuga con la finalidad de tener un menor impacto sobre el recurso hídrico el cual es indispensable en la zona desértica de Sonora.
En 2018, el joven egresó de la Licenciatura Químico en Alimentos por la Universidad de Sonora (Unison), actualmente cursa un posgrado en sustentabilidad en la misma escuela.
En entrevista para El Sol de Hermosillo, Ángel compartió que el proyecto consiste en sembrar hortalizas sin hacer uso del suelo, en un sistema de recirculación de agua, cuidando el recurso hídrico teniendo de un 80 hasta 90% de recuperación de agua.
“Nos llevó aproximadamente un año la elaboración e instalación de una casa sombra, todo esto fue posible gracias a los alumnos de la doctora Ana Laura Bautista, de Agronomía; buscamos cuidar el recurso hídrico y también se piensa en el sistema acuapónico (producción de plantas y peces), cultivar peces que sean de interés comercial o que puedan o no estar en peligro de extinción, esto trae un beneficio enorme para la fauna de Sonora”, mencionó.
La hortaliza que se eligió fue la lechuga debido a que es una planta de temporada, su trabajo midió la producción y huella hídrica de un sistema acuapónico e hidropónico comparándose entre sí.
El sistema acuapónico resultó tener mayor huella hídrica y el sistema hidropónico mayor producción de lechuga.
“Esperamos contar con doce módulos de sistemas acuapónicos e hidropónicos con diseños y técnicas diferentes, y que la energía suministrada a la casa sombra sea utilizando un panel solar, también pensamos hacer pruebas con diferentes hortalizas dependiendo de la época del año”, señaló.
El químico manifestó que lo más difícil que se presentó durante el proceso del cultivo fue la llegada de la pandemia por Covid-19, ya que eso impidió estar más cerca del cultivo; sin embargo, se siente feliz y satisfecho al haber cumplido con su objetivo y logrado que subsistiera su cultivo durante los meses con mayor temperatura, asimismo piensa a futuro seguir realizando su proyecto con distintos tipos de hortalizas.
Para finalizar el estudiante hizo un reconocimiento especial a todas las personas que fueron partícipes de su trabajo, directivos, maestros, estudiantes, asimismo a las empresas que apoyaron con sus productos para elaborar el cultivo.
“Me gustaría expresar mi más sincero agradecimiento a mis directoras de tesis la doctora Clara Rosalía y doctora Ana Laura Bautista, a mi colega Jesús Ernesto Ruiz por desarrollar esta brillante idea y permitirme ser parte de ella, mis profesores del posgrado en Sustentabilidad en especial al doctor Javier Esquer por desempeñar su puesto de coordinador con el mayor respeto y liderazgo”, finalizó.
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Por último, el químico extendió los agradecimientos para la maestra en Ciencias Karla Patricia García, de Microgreens NFL por el apoyo oportuno en la etapa inicial del cultivo y las asesorías posteriores en la experimentación del proyecto; al doctor Juan Carlos Gálvez, jefe de División de Ciencias Biológicas y de la Salud; a Reyna Isabel, de Vicerrectoría por la especial atención y seguimiento del proyecto; a René y Rafael por las estructuras, a Rigoberto Tadeo, alumno de la Ingeniería en Agronomía; a Melquisedec, alumno de la carrera de Químico en Alimentos; a la empresa Gemso por donar más de 200 peces al proyecto y la excelente atención que brindaron en su granja; a plásticos Resk, a Kalamich, a Toño y al maestro en Ciencias David Fernández por el espacio de trabajo otorgado.
