La efectividad de la equinoterapia en personas con alguna discapacidad o con espectro autista han sido comprobada en distintos países, aunque a la fecha en México no es valorada como se debiera, sin embargo, esto no ha desalentado a Ángel Garibay y su equipo a continuar trabajado con este método.
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El psicoterapeuta y terapeuta ecuestre, fundador de Trequi, asociación civil de equinoterapia y aprendizaje asistido con caballos, señaló en exclusiva para El Sol de Hermosillo que la llegada de la pandemia golpeó significativamente su trabajo y que inclusive estuvieron a punto de cerrar definitivamente, pues muchos meses permanecieron inactivos.
Sin embargo, dijo, la pasión y el compromiso por continuar ayudando a los niños que se benefician con esta actividad los hizo mantenerse en pie y los llevó a encontrar alternativas que pudieran ayudarles con el trabajo.
“Sí nos afectó bastante, duramos casi un año sin trabajar. Se generó mucho miedo en las personas y por ello no tuvimos asistencias, sin embargo, en todo este tiempo nuestro equipo de trabajo se ha mantenido sano, gracias a Dios y nos hemos estado haciendo pruebas Covid cada dos o tres semanas”.
Como parte de la reactivación que han llevado en este 2021, dijo, realizaron un campamento para niños, con todas las medidas y protocolos sanitarios para evitar cualquier riesgo. Una de las principales ventajas de ello fue que se llevó a cabo al aire libre.
“Realizamos muchas actividades; difundimos el liderazgo, trabajamos con sus emociones a través de los caballos; hicimos actividades de ejercicio físico, hicimos yoga, hicimos actividades de conexión con ellos mismos; que volvieran a ser niños, más que nada porque tenían mucho tiempo encerrados y los notamos bastante afectados, en ese sentido”.
Los niños necesitan un respiro
Ángel comentó que de manera personal lleva 8 años dedicándose a la equinoterapia y que en septiembre de este año, Trequi cumplirá 5 años, por lo que se dice muy contento de seguir apoyando a menores que realmente se benefician con las terapias de los caballos y la interacción con la naturaleza.
En ese sentido, mencionó que durante los campamentos realizados pudieron notar la afectación emocional y social que presentaban los niños luego de tantos meses de cuarentena, por lo que pusieron todo de su parte para que pudieran tener una experiencia sana, divertida y plena.
“Nos fue muy bien, gracias a Dios, tuvimos mucho éxito con este campamento; tuvimos todas las medidas de higiene y bioseguridad. Realizamos dos campamentos de una semana cada uno y tuvimos 40 niños por semana. Trabajamos con niños desde 4 y 5 años y se inscribieron también de 19 y 20 años. Trabajamos mucho en equipos, dependiendo de las edades de cada uno, pero también realizamos varias actividades integrales donde todos trabajaban en equipo”.
Mencionó que para el campamento se rentaron unas instalaciones en una milpa, donde los niños pudieron convivir entre ellos y con los caballos al aire libre. Así mismo, la respuesta por parte de los padres fue muy positiva, dijo, ya que poco a poco han entendido la importancia y el impacto positivo que este tipo de actividades tienen en los menores.
“Hasta la fecha sigo recibiendo bendiciones de los papás que me hablan muy agradecidos por el trabajo que hemos realizado. Los niños me hacen videollamadas; ha sido una experiencia muy padre, la verdad”.
Continuar reactivándose
El fundador de Trequi expresó que antes de la pandemia se atendían entre 70 y 75 niños por semana, de los cuales el 90% eran becados por alguna pequeña empresa o asociación. Actualmente se encuentran trabajando con alrededor de 24 ó 25 niños por semana, un cambio bastante significativo, sin embargo, los menores que atienden actualmente no son becados, por lo que la contribución económica que realizan ha ayudado a que la asociación se mantenga funcionando.
“Tenemos 14 caballos terapéuticos que mantener, es un gasto de casi mil pesos por caballo a la semana, entre medicamento, veterinario, alimento, etc., y nuestra mentalidad siempre ha sido que el caballo es lo más importante porque es nuestra herramienta de trabajo y fomentamos muchísimo el valor de los caballos, ya que en México el 99% de ellos están entrenados a base de maltrato y nuestros caballos no, nuestro método de enseñanza es muy distinto para que puedan ser animales de servicio”.
Apuntó que en los últimos meses ha realizado algunas reuniones con empresarios, fundaciones y escuelas de equinoterapia, como Taawe, de la joven Jimena Martínez Palacios, con quienes busca hacer sinergia para poder apoyarse mutuamente y a su vez obtener becas para los pequeños de escasos recursos que requieren de las terapias.
“Ahorita estoy haciendo esfuerzos para lograr conseguir becas para mis niños porque la mayoría son de escasos recursos y de momento los tengo en lista de espera. Yo estoy muy agradecido con las pequeñas y medianas empresas porque han sido las más comprometidas con el proyecto de Trequi, son los que más nos han apoyado en todo este tiempo que llevamos y entiendo que también han tenido afectaciones económicas por la pandemia”.
Avanzar en la nueva normalidad
Ángel Garibay recordó que en la terapia asistida con caballos se atiende a personas con discapacidad, con autismo, pero también aquellas personas que presentan problemas de depresión, adicciones, ansiedad, falta de confianza y amor propio.
En ese sentido, dijo, muchos padres de familia se han acercado más a Trequi pues se dieron cuenta que la equinoterapia les está ayudando a sus hijos en el área pedagógica, en el área emocional, psicosocial, física y en todos los aspectos porque están en un espacio abierto y no encerrados en cuatro paredes.
Las redes sociales también han sido una herramienta de apoyo para difundir la importancia del trabajo que realizan.
“Hemos tratado de innovar. Subimos muchos artículos para generar interés en el tema. Estamos tratando de fomentar la importancia de la equinoterapia. Nuestras redes sociales son meramente de información, ya que nuestro trabajo es en campo. Pero sí han servido para que las personas nos contacten y nos manden mensaje para pedir información al respecto”.
Por último, el fundador de Trequi, asociación civil de equinoterapia, invitó a las personas a perder el miedo a asistir a las terapias, pues todo el equipo que conforma Trequi han seguido todos los protocolos sanitarios y están capacitados para atender cualquier situación, además de que todas las actividades se realizan al aire libre.
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“Yo los invito; dentro de mi lugar van a aprender a conocerse a sí mismos y a encontrar el amor propio a través de los caballos. Y una gran ventaja es que todo lo trabajamos al aire libre”.
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