Este mes de febrero El Sol de Hermosillo realizó especialmente 14 foros de discusión sobre el amor y la amistad en sus diferentes formas.
Los periodistas Manuel Velázquez y Julio Gutiérrez te presentaron sesiones con más de 50 invitados que podrás volver a ver y escuchar en nuestro sitio web y redes sociales.
Para cerrar este ciclo de charlas, podrás conocer, escuchar y leer: “Amor en pausa… la inspiradora historia de Ana Karina y Carlos”. La pareja habló de manera especial desde Caborca, Sonora, a través de Zoom.
El primer amor…
Después de haber estado en la misma secundaria, fue en la preparatoria donde coincidieron en el mismo grupo y al parecer el amor les llegó rápido: las clases iniciaron en agosto y para octubre ya eran novios.
“Carlos iba por mí a las 7 de la mañana a la casa y me llevaba a la 1 de la tarde: si no tenía carro ¡a pie! Caminábamos juntos y vivíamos lejos”, recordó Ana Karina.
En esta época es difícil saber cómo se dice cuando una pareja inicia una relación, pero décadas atrás se decía “flechazo” y la pareja invitada a los foros de El Sol de Hermosillo recordó quién flechó a quién.
“Ella me flechó definitivamente. En la secundaria yo ya ‘ya le había echado el ojo’ como dicen. Y decía yo: ‘¿Y quién será?’ pero eso fue ya en tercero para salir de vacaciones y regresando a la prepa: ‘oh, sorpresa, que ahí estaba la güerita de la secundaria y si vieran que soy bien lanzado”, dijo en tono de broma Carlos Rivera.
Después de pensarla mucho, se decidió a pedirle que fuera su novia y la relación duró entonces más de cuatro años.
Ana Karina y Carlos se convirtieron en una de las parejas más estimadas y queridas de la prepa por los amigos y compañeros de ambos y para muchos era la pareja ideal, la que todos querían formar.
Durante los tres años compartieron muchas actividades escolares y extraescolares y se daban la libertad de tener las propias.
Pero el destino tenía otros planes para ambos, y éstos no eran precisamente como pareja: dejaron Caborca. Ana Karina dejó la ciudad para estudiar en Hermosillo mientras que Carlos se fue a Tucson.
“Hacíamos todo el esfuerzo porque veníamos cuando podíamos a Caborca, pero cada quien iba agarrando otras actividades y allá las gringuitas le hacían ojitos a mi estimado y poco a poquito fue más difícil y nos sentamos a hablar con la verdad e inevitablemente llegó (la ruptura)”, recordó.
Ana Karina reveló a los periodistas Manuel Velázquez y Julio Gutiérrez que, como la canción de Maná: “te lloré todo un río, te lloré todo un mar”, al hablar de fue difícil haber cortado la relación en la que se interpuso la distancia entre ambos.
“Sí fue difícil aceptarlo como todos los rompimientos. Como en las relaciones donde es el primer amor. En lo personal, sí batallé un poco en salir adelante”, confesó Carlos.
Una boda y ¡15 años sin volver a hablarse!
Fue entonces que sus vidas profesionales y sentimentales tomaron rumbos distintos.
“Fue bien curioso, porque cuando estuvimos solteros después de cortar la relación, nos llamábamos, nos veíamos. Yo recuerdo muy bien que un día antes de casarme le marqué y le dije: ‘¡Oye, me voy a casar!’.
“Duramos hablando mil horas (9 horas, casi me fui de ahí a casarme) y me contó que tenía sus planes y que iba a ser papá y ese día fue como un cierre para los dos porque pasaron ¡15 años sin volver a dirigirnos la palabra!”, reveló ella.
Durante ese largo tiempo vivieron sus propias vidas y sólo sabían cuando los amigos les comentaban que los habían visto o cuando coincidían con sus familias contrarias.
Tras un divorcio… ¡un acercamiento!
Para el año 2011 llegó la separación de matrimonio de Ana Karina y para el 2014 hubo una reunión de egresados de generación de preparatoria que los volvió a acercar, aunque “de lejitos”, porque aún no se atrevían a volver a charlar como 15 años antes.
Y aunque se sentaban con amigos en común y compartían la misma mesa en la reunión no se daba un acercamiento más estrecho.
“Como dicen: ‘se me cayeron los calzones’, cuando nos vimos. Fue una muy buena impresión para mí porque fue como un ‘flashback’ al recordar aquellos bellos momentos que habíamos tenido.
“En las redes sociales coincidíamos cuando se estaban planeando esas posadas de la generación de la preparatoria, pero no era lo mismo que platicar personalmente”, aclaró Carlos.
Varias fueron las reuniones decembrinas en las que volvieron a coincidir, pero sólo se veían en ésa ocasión y el resto de la comunicación era por Internet.
“Traté de no faltar a ninguna… y pues aquí estamos”, dijo Carlos sonriendo.
Después empezaron a coincidir más en otras épocas como Semana Santa y de verse en diciembre empezaron a salir en otros momentos del año como verdaderos amigos.
“De verdad éramos amigos… no en el sentido de que ahora la gente es ‘amiga’. Salíamos, cenábamos, dábamos la vuelta e iba y me dejaba a mi casa”, aclaró Ana Karina.
Y todo durante todo el año las redes los fueron acercando, así como lo hizo el WhatsApp, después de mensajes en Facebook, que hizo más frecuentes sus pláticas porque él vivía en Mexicali y ella ya estaba de regreso viviendo en Caborca.
“Éramos amigos en ese sentido y nos gustaba tener eso para nosotros, no le contábamos a nadie ni coincidíamos en fiestas familiares… hasta que fue inevitable no hablar del tema porque creíamos que no iba a volver a suceder lo de ser nuevamente novios”, confesó.
Ana Karina comentó además que quizá sus respectivas parejas hubieran aceptado que ellos fueran amigos porque quienes los rodeaban, amigos en común, conocidos y familiares, los veían aún como los protagonistas de una relación de pareja romántica.
La nueva etapa… ¡y lo inevitable!
A una edad distinta, una etapa de vida distinta, los hizo pensar en conocerse nuevamente pero sucedió lo inevitable, a pesar de sus otras formas de pensar otros gustos, pensamientos a futuro diferentes.
“El primer amor siempre es muy fuerte y hay personas a las que definitivamente nunca dejamos de querer… ¿Ustedes mantuvieron el cariño uno por el otro?”, preguntó Manuel Velázquez a la pareja.
“Carlos y yo siempre nos hemos hablado con la verdad y nos decíamos las cosas de cómo éramos antes como pareja. Y este tiempo que nos dimos de vuelta hasta nos dábamos carrilla pero a los 18 años éramos unos y en este reencuentro somos muy diferentes, la vida ya nos había pegado unas cachetadas, revolcadas y todo y eso hace que te cambie la manera de actuar”, expresó Ana Karina.
Después de que la convivencia les ayudó a un acercamiento, iniciaron nuevamente la relación de noviazgo sin siquiera haberse preguntado si querían o no ser pareja…simplemente se dio.
“Esto ya no lo para nadie…”
Sus trabajos les jugaron una broma y ambos tenían que estar de nuevo separados en distintas ciudades y aunque no renunciaron a sus planes profesionales, tampoco renunciaron a su noviazgo y tuvieron que organizarse para verse cada vez que tenían oportunidad.
Una vez coincidieron en Nogales, Sonora, y se cruzaron a Estados Unidos a despejarse y ver ¡anillos de compromiso!
“Estamos locos el Carlos y yo y esa vez empezamos a platicar y dijimos: ‘¿Y si nos casamos?’. ‘Vamos a casarnos’. Nos cruzamos a ver anillos de compromiso y los vimos aunque no compramos nada pero Carlos se hizo muy amigo de mis hijas y con ellas se puso de acuerdo para la entrega del anillo”, recordaron.
Un segundo beso… una nueva etapa
Después de haber sido amigos y decidido volver a iniciar una relación de pareja compartieron con El Sol de Hermosillo cómo fue ese segundo beso…
“Fue como en el primer año de la prepa. Nos sentimos 30 años más jóvenes”, dijo él.
“Éramos novios en la segunda vuelta pero Carlos era todo propio y yo decía: ‘¿este amigo por qué no me agarra de la mano?’ Y era bien curioso porque en redes sociales podemos ser muy valientes cuando hablamos pero cuando nos vemos personalmente es lo que importa y eso nos pasaba.
“Y en el nuevo beso se sintieron las mariposas y la expectativa emocionante de que ahora tienes un mundo distinto porque crees que tienes toda la realidad en contra en esta nueva etapa”, comentó Ana Karina.
“Que lo celebren sin sana distancia”, comentó Carlos en tono de broma sobre un mensaje final en este 14 de febrero para los seguidores de El Sol de Hermosillo.
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“En este mundo que vivimos en que nadie cree en que existe el amor… existe, y aunque es bien pesado, nadie dice que es lindo, qué hermoso, hay que vivirlo y hay que seguir tus sueños y si en este sueño estaba el amor de tu vida hay que seguirlo” compartieron a doble voz.
Porque el amor es como lo sientes… este 14 de febrero celebra el Amor y la Amistad…con El Sol de Hermosillo. ¡Felicidades!
Con información y edición de video de Manuel Velázquez.
