Andréi Chikatilo: asesinos seriales que impactaron el mundo

Andréi Románovich Chikatilo nació un 16 de octubre de 1936 en Yáblochnoye, y entre los años de 1978 y 1990 Andréi puso a todo el país de cabeza

Francisco Hernández | El Sol de Hermosillo

  · viernes 11 de diciembre de 2020

Regularmente a lo largo de nuestra historia, asociamos a los asesinos seriales con Estados Unidos, quizá por el hecho de estar más cerca al país o por su manera de incluirlos en su cultura popular al dotarlos de fama.

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Esto también sucede en otros lados, sin embargo, personas de este tipo han existido por todo el mundo y eso es algo que la extinta Unión Soviética (hoy Rusia) aprendió de la peor forma, cuando entre los años de 1978 y 1990 Andréi Chikatilo puso a todo el país de cabeza.

El Carnicero de Rostov

Andréi Románovich Chikatilo nació un 16 de octubre de 1936 en Yáblochnoye (actualmente Ucrania) en un pequeño pueblo de la Unión Soviética.

Al igual que muchas otras familias de la época, la suya sufría de hambruna y pobreza en su zona a causa de las políticas del dictador Iósif Stalin, quien dirigía al país con mano de hierro durante aquellos años y fue la mente tras varias masacres en zonas ocupadas como lo era Ucrania en ese entonces.

Sumado a esto, el estallamiento de la Segunda Guerra Mundial, termino sumir más a los pobladores que tuvieron que ir a combatir de manera obligatoria.

Uno de ellos, fue el padre de Chikatilo, el cual logró volver del campo de batalla con vida, sin embargo, había sido capturado y hecho prisionero por los alemanes, esto pareciera no tener importancia, pero fue clave, pues fue considerado como traidor por el parte del gobierno soviético y afecto el resto de la vida de sus allegados.

En medio de todo, se encontraba el joven Andréi, el cual era un joven despierto pero callado, sufría de temores por salir de su casa, pues su madre les contaba a él y su hermana, que a su hermano mayor lo habían raptado y comido, por lo que sufrió un gran impacto psicológico ante ello.

Aunque se podría tomar como una medida por parte de la madre para evitar que fueran descuidados, existieron muchos reportes de personas desaparecidas en la zona e incluso se sabe que hubo actos caníbales provocados por la hambruna.

Con problemas de miopía que nunca acepto, pues no uso gafas hasta los 30 años, mojó la cama hasta los 12 años y sufría constantemente de burlas y daño por parte de sus compañeros de clase.

Chikatilo creció sin poder saber cómo hablarles a las chicas de su edad, era tímido, pero sumamente inteligente, además, logró dar un estirón e incluso se convirtió en alguien bien parecido, por lo que llamó mucho la atención de las jóvenes.

Durante aquella época, se sabe que tuvo su primera experiencia cercana con una chica, cuando se abalanzo por impulso sobre una amiga de su hermana, sin embargo, al darse cuenta de lo que estaba haciendo, se apartó de inmediato y pidió disculpas.

En esa ocasión, no paso nada, pero Chikatilo no pudo evitar eyacular en los pantalones, sin siquiera tener una erección, pero logró ocultárselo a la chica, de igual manera, el ver la expresión de la misma, así como su actuar sumiso, le había provocado una sensación que jamás se le olvidaría con el paso de los años.

Andréi era un chico inteligente, leía de manera compulsiva y se había propuesto cambiar la mala imagen que su familia le había dejado (por la captura de su padre en la guerra). Aspiraba a una buena universidad en Moscú para estudiar derecho.

Pero al parecer, no pudo lograr sus objetivos y no porque le hubiera ido mal en el examen de ingreso, sino por el mismo estigma que lo atormentaba desde pequeño.

A pesar de esto, estudió una carrera como técnico en ingeniería en comunicación, algo de menor nivel, por lo que se sentía frustrado.

Con 19 años de edad, mantuvo su primer amorío con una chica, el cual fracaso tras dos intentos fallidos de relación sexual, pues él era incapaz de mantener una erección, esta situación y aunado a su rechazo en la universidad, lo habían convertido en alguien sumamente acomplejado e incluso pensó en suicidarse, pensamientos que mantuvo el resto de su vida.

Mientras realizaba su servicio militar obligatorio, tuvo un encuentro con una chica, la cual (al igual que muchas otras en los bares) se acercaban a los jóvenes militares que pasaban el tiempo fanfarroneando con sus uniformes.

La chica lo abrazó y después de dudarlo un poco, Chikatilo hizo lo mismo, pero lo hizo de manera brusca y demasiado fuerte. Ante esto, la chica comenzó a asustarse y forcejear con él, quien después de un momento, la soltó.

La joven huyó del lugar, pero Andréi se había quedado atónito, pues había experimentado un orgasmo mientras forcejeaba con la chica. Un acto sumamente peligroso y que probablemente encamino sus pensamientos posteriores, donde relacionaba el acto sexual con la violencia física.

Chikatilo se evocó a sus estudios, consiguió otros dos títulos universitarios (Marxismo-Leninismo y Lengua y en literatura rusa).

A sus 27 años de edad y ante los rumores de homosexualidad que lo rodeaban, algo que podía llevarlo incluso a prisión, su hermana le presente a una amiga suya, con la cual termino casándose y ante su impotencia sexual, pudo tener dos hijos.

A pesar de lo que se puede pensar de un agresor sexual de este tipo, ambos hijos negaron rotundamente que alguna vez Chikatilo les haya puesto siquiera un dedo encima, incluso se podría decir que los amaba inmensamente.

En 1971 se graduó como maestro de escuela y comienza a dar clases en una escuela primaria, para ese entonces, Chikatilo ya fantaseaba de manera agresiva con dominar mujeres, pero fue en ese sitio cuando sus verdaderos impulsos lo dominaron.

El despertar del monstruo

Por aquel entonces, Andréi se masturbaba de manera compulsiva y pudo darse cuenta que sentía una gran atracción por menores de edad, sobre todo los menores de 12 años.

Durante sus clases, no podía evitar mirar tanto a mujeres como hombres e incluso se conoce que llegó a colarse en dormitorios para verlas en ropa interior y masturbarse con su mano en los bolsillos.

Sus fantasías fueron en ascenso y termino por abusar sexualmente de varios menores, algo que le costó su empleo en 1974, pero sin manchar sus papeles.

Fijó su interesen niñas más pequeñas, siendo hasta 1978, nuevamente ejerciendo como maestro, por eso entonces volvió a estar en boca de todos por una grave acusación de abuso sexual a un menor de 15 años, pero la escuela hizo oídos sordos.

Chikatilo sabía que debía ser más cuidadoso, por lo que compró una pequeña cabaña en los alrededores de la ciudad con la idea de llevar chicas jóvenes para abusar de ellas.

El 22 de diciembre, se topo con una pequeña chica de nueva años que caminaba sola por la calle, la abordó por impulso, fue amable con la chica quien le confeso que debía ir al baño, pero faltaban varios minutos para llegar a su casa.

Chikatilo la convenció de ir a la suya para que saliera de la urgencia y la chica lo siguió. Una vez dentro del lugar, se abalanzó sobre ella e intentó violarla con la ayuda de sus dedos, pero sólo logró romper el himen y la sangre brotó.

Al ver esto, experimentó un orgasmo, uno que nunca había experimentado a lo largo de su vida, uno que lo hizo perderse en su impulso, sacó de su bolillo una navaja que llevaba con él.

Realizó un pequeño corte en el estómago, pero descubrió que apuñalarla y ver la sangre brotar junto con la angustia de la víctima, le producía más placer. Perdió el control y asestó en múltiples ocasiones para posteriormente estrangularla.

Después de calmarse, sintió horror tanto por sus actos, como el hecho de poder haber sido descubierto por los gritos de la niña. Al darse cuenta de que todo seguía silencioso, cogió el cuerpo y lo lanzó a un río cercano, el cual fue encontrado por la policía dos días más tarde.

El crimen consternó a la localidad y la búsqueda del asesino no se hizo esperar. Chikatilo cometió dos errores, dejar el cuerpo de la niña en el piso para cerrar la puerta, lo que dejo una mancha de sangre que fue descubierta en las investigaciones y dejar la luz de su casa encendida, algo de lo que una vecina se dio cuenta.

Con todo y estos errores que lo llevaron a declarar ante las autoridades, su personalidad firme lo hizo salir airoso de ocho interrogatorios, evitando cualquier problema posterior, pero este hecho, lo dejo consternado y lo hizo más cuidadoso.

Se salvo de cualquier culpabilidad, pues los oficiales inculparon erróneamente a otro hombre que vivía frente al río donde fue encontrado el cadáver, quien para su mala fortuna, arrastraba condena en el pasado por abuso a menores, fue torturado para que confesara y condenado a muerte.

Por lo general, la gran mayoría de los asesinos seriales comienzan a cometer sus crímenes antes de los treinta años. Chikatilo, por su parte, cometió su primer asesinato a los 42 años de edad.

En 1981, tuvo que renunciar como maestro, tras los fuertes rumores que lo acosaban, el mal comportamiento que tenía con sus compañeros y el mal trato de sus alumnos, pues se burlaban de él y no le hacían caso.

Tras dejar su puesto, se convirtió en funcionario de abastecimiento de una fábrica, algo mucho menor a sus conocimientos, pero que le daba mucha libertad para concentrarse en lo que ahora dominaba su mente.

Debido al trabajo, Chikatilo pudo viajar por diversas partes del país, usando en su mayoría las vías ferroviarias, lugares que a ciertas horas eran muy poco transitadas y, sobre todo, tenían un gran número de jóvenes que mendigaban o vendían productos en las estaciones.

Para poder cometer sus crímenes, los engañaba para llevarlos a lugares alejados entre los matorrales, cuando se encontraban a cierta distancia, los atacaba y los asesinaba de maneras horriblemente espantosas.

Los golpeaba, maniataba e introducía tierra, pasto o lodo por la boca para evitar que gritaran. Luego les arrancaba la lengua con los dientes, apuñalaba de manera constante, aunque fue cambiando su modo, tratando de evitar zonas vitales y así extender el suplicio.

Los mordía constantemente en las piernas, glúteos y brazos, y les comía los pezones. Otra característica de sus asesinatos, era que clavaba cuchillos en los ojos de las víctimas, mientras llegaba al orgasmo en múltiples ocasiones.

En ocasiones, con ayuda de alguna varilla, colocaba su semen en la vagina de las niñas, simulando una violación o cortaba los labios y las narices de los rostros, llegando a decapitar.

Chikatilo, llegaba a encestar de entre 30 a 50 puñaladas, además de destripar y amputar los órganos sexuales, ya sea con los dientes o un cuchillo el pene y testículos, para comérselos. Por su parte con las niñas, las abría, extraía el útero y se lo comía.

La mayoría de sus víctimas, eran niños de ambos sexos, pero también asesino a adolescentes e incluso a una madre y su hija.

Los cadáveres aparecían principalmente en los bosques ubicados cerca de las vías ferroviarias o en el parque de los aviadores en Rostov o en terrenos baldíos.

Después de ser capturado, confesó un total de 56 asesinatos, pero se especula que podrían ser muchos más.

Atrapado y enjuiciado

Poder dar y atrapar a Chikatilo, no fue nada sencillo, al no ser alguien que pareciera una amenaza, podía mimetizarse, aunado a que las autoridades y los medios de comunicación, evitaban tocar el tema de los asesinatos, el hoyo era cada vez más profundo.

Sin embargo, los agentes de la Unión Soviética, tenían una brutal búsqueda ante el asesino que tenía aterrorizados a todos. Según a su manera de pensar, este tipo de asesinos, era imposible que existieran con su sistema político, sino sólo en un sistema capitalista como el de Estados Unidos.

Por su parte, Chikatilo nunca uso la fuerza, siempre fue amable para atraer a sus víctimas y si alguien se negaba a seguirlo, él se iba sin insistir.

Por extraño que parezca, Chikatilo fue arrestado en una ocasión acusado por los asesinatos, esto tras una seria investigación que dictamino un perfil criminal, el cual daba a un total de más de 26 mil presuntos culpables.

Después de ser detenido en una estación del tren, pues había sido visto hablando con los menores de edad, Chikatilo negó todo y fue liberado tras ser sometido a una prueba de sangre, pues se conocía por el semen que la sangre del asesino era tipo AB y sorprendentemente la de Andréi era tipo A.

Tiempo después, durante más pruebas en su segunda captura, se descubrió que el semen de Chikatilo era tipo AB, a pesar de su sangre ser tipo A, lo cual causo enorme confusión en su momento y fue centro de muchas investigaciones que ayudaron a la ciencia posteriormente.

Termino siendo encarcelado por un robo menor, pero fue liberado antes y en 1990 cometió uno de sus horrendos crímenes en un bosque cerca de una estación de Donlesjoz. Debido a los antecedentes, los policías de la zona, ya hacían guardias constantes en dichas zonas.

Un sargento que pasaba por la zona, miró salir de entre los arboles a un aciano, aunque esto no llamo realmente su atención, pero una mancha de sangre en su ropa, por lo que pidió sus documentos y dejo constancia. Al día siguiente, se descubrió el cadáver.

Con los informes ya en la mano, fue arrestado nuevamente en 1990 por la KGB y después de una serie de fuertes interrogatorios, termino por quebrarse y declararse culpable.

En total, fue acusado por 52 asesinatos en un juicio que fue incluso transmitido por televisión, mostrando un Chikatilo sumamente inestable, se había rapado la cabeza y hacía comentarios extraños a la cámara con una mirada lunática.

Quizá buscaba causar una impresión de locura y evitar la pena capital, esto no funcionó y fue condenado a muerte, siendo ejecutado en febrero de 1994 de un tiro a la cabeza en la prisión de Rostov del Don.

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Chikatilo es el peor asesino en la historia de aquel país, siendo uno también de los más sádicos de todos e incluso icónicos de la historia de la humanidad.

Por su parte, él le echo la culpa la hambruna que sufrió de niño, el contexto político de su país y aunque busco encausar su vida, su impotencia sexual lo termino por desgraciar. Incluso llegó a mencionar que matar, más allá del placer sexual, le proporcionaba paz mental.

Foto: Cortesía | @MatySwag23