El día 17 de junio se conmemora el Día Internacional del Malabarismo, Ramón Figueroa se dedica a las artes circenses y nos comparte sus inicios como malabarista.
El festejo nace en Estados Unidos en los años 40´ por parte de una asociación cuya finalidad era crear un lazo con todas las personas que se dedican a realizar la actividad.
Desde niño tenía inquietud por las artes, le gustaba mucho el dibujo y buscaba hacer cosas con estilos diferentes, cuando tenía 18 conoció a la actividad y empezó a investigar sobre el tema.
Ya son 10 años que Ramón adoptó el malabarismo como una profesión llevándolo a cruceros, foros, teatros y festivales.
“Para mi ha sido una disciplina, una manera de expresarme, yo empecé en el 2009 como un modo de vida, como un sustento y una profesión, el circo se convirtió en mi vida y comencé a practicar otro tipo de malabares”, declaró.
Una de las experiencias más reconfortantes para el artista es haber tenido la oportunidad de conocer a personas que se dedicaran su vida completamente a las artes, así como también vivir la experiencia de cerca con personalidades nacionales e internacionales.
“No trabajo bajo una carpa, tampoco me presento en teatros, sin embargo mi trabajo ha sido crear personajes y utilizar al malabar como una herramienta o en puestas en escena que tienen un contenido de crítica social y que dejen mensajes a la sociedad”, afirmó.
Ramón considera que lo más difícil de hacer malabarismo es la disciplina y que la práctica es lo indispensable, buscar exponentes, talleres para adquirir más conocimiento y realizar mejor la ejecución.