Trabajar en pro del bienestar de los pequeños ha sido la vocación y pasión de Jennifer Figueroa Molina, quien se ha desempeñado como maestra de preescolar desde hace 10 años, sin embargo, la llegada de la pandemia trajo un nuevo rumbo para la docente.
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Y es que, desde mayo del año pasado (2020), Jennifer, quien tiene una licenciatura en Educación, decidió darle forma y vida a una idea que tenía desde hace tiempo y de esta forma emprendió su propio blog informativo, llamado ‘Desarrollo Pleno’.
“Yo inicié siendo sólo un blog informativo tanto para padres como para educadores y psicólogos que estén relacionados con lo que tiene que ver la educación. Publico información práctica y digerible, que tenga que ver con todo lo que comprende el desarrollo del niño en todas su áreas, cognitiva, motriz, de lenguaje, conductual, socioemocional, etc.”.
En exclusiva para El Sol de Hermosillo señaló que, al poco tiempo de haber iniciado con este proyecto, tuvo la idea de realizar talleres en línea, con el objetivo de llegar a más personas, sobre todo a maestros, educadores y padres de familia que estuvieran interesados en capacitarse para desempeñar mejor su papel en el desarrollo de los menores.
El trampolín del Internet
A pesar de que Jennifer inició su proyecto con algo de temor y pocas expectativas, el auge que han tenido las redes sociales desde 2020 a la fecha le permitió catapultar su negocio no sólo en Sonora sino en otros estados de la República, principalmente del Centro y el Sur.
“Siempre he sido muy soñadora y siempre he aspirado a muchas cosas, pero la verdad con este proyecto yo pensé que iba a ser más con personas de aquí de Hermosillo y quizá de otras ciudades del Estado, nunca pensé llegar tan rápido a personas de otros lugares de la República. Tengo muchos participantes de la Ciudad de México y alrededores, también de Monterrey, Guadalajara, Quintana Roo y Baja California”.
La hoy conferencista mencionó que la mayor parte de su proyección ha sido a través de Instagram, donde ya cuenta con 6 mil seguidores, cuando al principio sólo eran dos, su esposo y su hermana.
Al igual que ha tenido incremento en el número de seguidores, también lo ha tenido en el número de personas inscritas para los talleres, pues inicialmente sólo reunía a 10 ó 15 personas a lo mucho, sin embargo, en el último taller que impartió en el mes de julio estuvieron presentes (vía Zoom) 53 personas.
“Ya tengo un año con este proyecto y la verdad me ha ido bien y cada vez le hecho más ganas, por eso ya decidí, con miedo y todo, renunciar a mi trabajo como maestra para dedicarme de lleno a esto. Era lo necesario que tenía que hacer para estar al 100% enfocada en esto”.
Apuntar más alto
Jennifer Figueroa mencionó que, al principio sólo impartía un taller por mes y el primero con el que inició fue sobre ‘Lectoescritura’; posteriormente, conforme las personas la conocieron y sus amistades comenzaron a recomendar su trabajo decidió elaborar un taller por semana, siendo así 4 talleres por mes los que hoy imparte.
“Una semana hago el de lectoescritura, otra el de matemáticas, luego el de inteligencia emocional y el que estoy por abrir ahora en agosto está basado en la conducta del niño. Sin embargo, espero poder lograr más. Mi aspiración es tener 3 talleres por semana. Y mi objetivo es poder impartir talleres de manera presencial en escuelas e instituciones que busquen talleres para padres y docentes”.
Mencionó que actualmente se encuentra contactando a algunas instituciones educativas para hacerles llegar su material y sus temas, esperando que alguna se interese para que imparta alguno de dichos talleres.
La modalidad de home office que se implementó con la llegada de la pandemia le permitió a Jennifer poder explorar esta nueva faceta de su carrera y fue en ella donde terminó de encontrar su pasión, además de que se ajusta perfectamente, dijo, al estilo de vida que tiene actualmente, ya que es mamá primeriza y agradece el poder permanecer tanto tiempo con su hija.
“Este tipo de trabajo me permite estar con ella todo el día y disfrutarla y ser parte de su crecimiento; ella me acompaña cuando yo preparo los talleres e incluso cuando los imparto”.
Por último, Jennifer apuntó que espera que su proyecto siga creciendo e inclusive sueña con que sus talleres puedan llegar a otros países, ya que en el tiempo que lleva logró tener una participante de Venezuela y una de Colombia, por lo que tiene confianza en que, gracias al Internet, las posibilidades son infinitas.
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