Sonora es uno de los principales estados productores de carne, además sus habitantes tienen una frecuencia de consumo del 82.9%, una de las más elevadas en el país.
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Sin duda en México la gastronomía es muy variada, según la región es posible encontrar un sinfín de platillos, algunos son a base de maíz, frijol, carne, entre otros.
En el caso de Sonora, el consumo de carne roja es uno de los principales productos con los que se hacen comidas como el cocido, carne con chile, gallina pinta, machaca, cabeza, birria y los tan tradicionales tacos de carne asada, siendo este último de los predilectos en el estado.
De acuerdo a un estudio realizado por Sergio Sandoval Godoy, investigador en la Coordinación de Desarrollo Regional del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) y Dena María Camarena Gómez, catedrática de la Universidad de Sonora (Unison), los sonorenses tienen una frecuencia de consumo de carne asada del 82.9%
Lo anterior es representativo de la alta demanda que tiene en la población en el estado que se inclina por mantener dentro de su dieta el producto, pero ¿qué implicaciones tiene comerla?
Armida Sánchez Escalante, académica del CIAD, destacó que además de que el sabor de la carne cruda no es el mismo que bien cocinada y condimentada, cocinarla a altas temperaturas ayuda a la eliminación de microorganismos que pueden estar presentes y causar problemas de salud.
Sin embargo, mientras más elevada sea la temperatura para cocinarla a fuego directo, el número de compuestos potencialmente cancerígenos aumenta, ya que la carne está en contacto directo con la lumbre, expuso Sánchez Escalante.
Por ello, dijo, es recomendable que se cocine al vapor o al horno, ya que ayuda a disminuir el riesgo de compuestos que pueden ser nocivos para el organismo.
Aun cuando comer de manera esporádica la carne en parrilla o al carbón no es un riesgo como tal, lo cierto es que debe utilizarse lo menos posible, ya que de ser frecuente sí representaría un factor importante para la aparición de cáncer.
Síntomas de cáncer
Sentirse saciado con poco alimento, o sensación de llenado rápido con comida más sólida, acompañado de náuseas y dolor alrededor del ombligo podrían ser indicadores de que la presencia del cáncer existe en el organismo, explicó el médico J. Jesús Contreras.
Mencionó que si se registra esta sintomatología y no es mitigada con antiácidos, como lo son el Peptobismol, Melox u Omeprazol, posiblemente se trate de la presencia de algún linfoma mal diagnosticado y tratado.
Declaró que la alimentación de los sonorenses es muy variada, pero dentro de los vicios más comunes se encuentra el comer picante, lo que hace que el padecimiento pueda confundirse con alguna úlcera gástrica o gastritis.
“Es constante que las personas vayan a consultarse por una gastritis, se le darán antiácidos y se dan indicaciones de que cuiden la alimentación, que no consuma bebidas fuertes, que no tome café, bebidas de cola o consuma alimentos ácidos”.
Las personas que atienden las recomendaciones médicas controlan el malestar, añadió, sin embargo de seguirlas y no mejorar el diagnóstico podría tratarse de algo más complicado para la salud del paciente.
De ser así, se llevan a cabo estudios todavía más rigurosos donde el gastroenterólogo realiza la toma de muestras en una capa del estómago para ver si existe cáncer.
Por ello comentó que es importante que las personas acudan a recibir tratamiento de algo que pareciera ser muy simple y sobre todo que atiendan las recomendaciones con el fin de prevenir.
Niños, ¿se ven amenazados?
Al haber establecido que el consumo regular de carne puede llegar a ser un detonante para que las personas contraigan cáncer, es importante hablar de los pequeños en casa, que son quienes menos deciden en el consumo de proteínas y demás.
Según datos del pediatra, Héctor José Parás Gómez, el elevado consumo de proteínas asadas al carbón es una circunstancia curiosa.
Si bien es cierto que la carne asada puede ser un problema para la salud, en el caso de los pequeños no representa un riesgo.
Precisó que esto se debe a que las ocasiones en que durante la niñez se consume la carne son muy pocas, además de que las cantidades que se ingieren relativamente son menores.
“Yo creo que no tendría ninguna implicación, porque ni es mucho el consumo de carne, ni es mucho el consumo de carne asada”, abundó.
Compartió que el asado o el ahumado, cuando es muy socorrido para la cocción de la carne, puede ser causante de cáncer gástrico, pero no es tan representativo en niños.
“Por eso los japoneses tienen el porcentaje de casos de cáncer gástrico, porque ellos utilizan mucho el pescado ahumado y la irritación que deja al cuerpo lo provoca”.
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Pese a que es muy normal, Parás Gómez indicó que adultos y niños no consumen diariamente la carne asada, por lo que no es un riesgo como
