Existen enfermedades mentales que están vinculadas con el consumo de la metanfetamina conocida como cristal, que ha invadido las calles de Hermosillo y se considera que 10% de la población sonorense utiliza esa sustancia de alto riesgo, informó el doctor Félix Higuera Romero.
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El especialista, declaró que a lo largo de 15 o 20 años han analizado los impactos que tiene el consumo de esta droga en el estado de Sonora, la cual es sumamente adictiva, misma que es distribuida fácilmente, al igual que su elaboración, aunque altamente peligrosa.
“El acceso, lo fácil de hacer y el costo tan bajo, sin duda ha llevado al incremento en el consumo de esta sustancia en los últimos años, considerando hoy en día, que el 10% de la población sonorense y esto con base en los datos de la Encuesta Nacional de Adicciones 2016-2017, estima que en Sonora existen aproximadamente 19 mil enfermos de consumo de drogas”, expresó.
De acuerdo a la información, de estos 19 mil, 70% de las personas son consumidoras de cristal y pocas de ellas tienen la posibilidad de acercarse a los servicios que se brindan por parte del Estado, por lo que las autoridades se han esforzado para mitigar, disminuir y sensibilizar a las personas de los riesgos que se tiene al consumir una droga de esta naturaleza, debido a sus características, las cuales la vuelven sumamente adictiva.
“Es una droga que tiene efectos inmediatos, son efectos muy intensos, efectos muy breves y que la persona al vivir una experiencia inicial de estimulación de activación cardiovascular, del incremento en la temperatura, incremento en la actividad física hace suponer que la persona incorpora algo que no se tiene o se tenía en menor grado para desarrollas sus actividades del día”, señaló Higuera Romero.
Por lo anterior, determinó que esas sensaciones suelen ser “el gancho” que tiene esta sustancia que, al vivir esa experiencia de “sumo placer”, da pie a que se vuelva a consumir en una siguiente ocasión o de manera regular, pues se siguen añadiendo elementos o señales que vuelven adictas a las personas que consumen esta droga.
“El incremento en el apetito sexual, el deseo sexual y este, a su vez, llevar a tener actividad sexual forzada o incluso violaciones, que hoy en día, están fuertemente vinculadas al consumo de cristal”, dijo el especialista en salud mental.
¿Cuáles son los efectos inmediatos?
Entre los efectos ya mencionados, las personas pueden experimentar alucinaciones o fenómenos que pueden resultar aterradores, pues van desde imágenes hasta voces, que únicamente el consumidor puede ver o escuchar, y que pueden tener contenidos amenazantes que alteren el comportamiento del usuario.
“Además de la baja de peso, porque disminuye el apetito de una manera impresionante, y como el efecto es muy breve la persona tiende a tener un siguiente consumo y va disminuyendo de un manera muy notable el apetito, pero también pierde el sueño, la persona deja de dormir y así puede estar por días, semanas o muchísimo tiempo consecutivo, para evitar vivir una experiencia de supresión brusca de la droga o la abstinencia, porque al no consumir, la persona puede vivir experiencias devastadoras”, dijo.
Higuera detalló que, en los casos más graves, esta abstinencia ha llevado a los consumidores al suicidio, por el hecho de no resistir o no tolerar la falta de la sustancia que, aparentemente, los hace sentir bien.
Asimismo, mencionó que existe un deterioro para el adicto, pues pierden funciones tan importantes como la capacidad para razonar de manera apropiada para procesar información, sus pensamientos, interpretar o entender lo que se piensa, así como vivir experiencias fuera de su propia realidad, lo que se conoce comúnmente como ‘estado de locura’.
“Al perder esas capacidades, la persona empieza a perder la conciencia de sí, a tener advertencia de lo que le está sucediendo y en función de esa pérdida de la advertencia de riesgos, puede ser que el consumo por el que habitualmente o más frecuente, suelen optar por otros modos de administración de esta droga, como es inyectada, que le lleva inmediatamente al riesgo de tener enfermedades transmitidas, como hepatitis B, hepatitis C, VIH Sida, tuberculosis, entre otras o una simple sobredosis que lo lleve a tener un infarto del corazón o cerebral”, indicó.
Enfermedades
De acuerdo al especialista, cuando un adicto padece de alucinaciones y se encuentra desvinculado de la realidad, refleja que existe un problema de psicosis, la cual permanecerá a lo largo del tiempo.
Si esta persona no tiene la posibilidad de recibir ayuda, este cuadro psicótico puede ser tan adverso que puede llegar a tener conductas violentas e inesperadas dentro de sus hogares o en la calle.
Explicó: “Es frecuente que veamos en las calles las conductas violentas y a veces no podemos encontrar una mayor explicación que esto, que sabemos que puede estar sucediendo en una persona que ya está cursando con un episodio de psicosis”.
El médico agregó que además de la enfermedad, existen otros fenómenos en torno al consumo de esta sustancia, como los cambios radicales de ánimo de manera frecuente, pues pueden tener episodios intensos de ansiedad y viene acompañada de diversas molestias físicas, como el ánimo depresivo, el cual tiene diversos grados de severidad, hasta una depresión profunda que termina en suicidio.
“Hoy en día, el número de reportes de suicidios que se registran en el estado de Sonora, lamentablemente ocupamos uno de los primeros lugares en el país y está en segundo lugar como causa de suicidio el consumo de sustancia. ¿Cuál es esta sustancia?, esta, precisamente, el cristal”, resaltó.
Félix Higuera aseveró que es bien sabido por los padres de familia, como de la sociedad en general, que esta droga está presente en nuestro entorno, que es de fácil acceso, de bajo costo y que cada día las familias están tolerando cada vez más el consumo de esta sustancia, lo que lleva un incremento acelerado en su consumo y se vaya replicando entre la familia, como en otros grupos sociales.