Todos en algún momento de sus vidas han olvidado algo ocasionalmente, sin embargo cuando los olvidos ocurren con frecuencia debe prender un foco de alerta, pues quizás el ritmo de vida esté afectando.
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El titular de Salud Mental en Sonora, el doctor Juan Manuel Tong Payán, mencionó que se trata de un problema de atención debido a dos motivos “una puede ansiedad y otra que son muy aprehensivas, para decir que una persona tiene TDH, se tuvo que empezar con esos problemas de muy pequeños o pequeñas”.
Agregó que si las personas, durante toda su niñez, no presentaron algún síntoma relativo al TDH y en su etapa adulta comenzaron a ser dispersos u olvidadizos, se podría hablar de ansiedad y aprehensión.
“Si ya de adulto se me olvida todo y estoy ¿a qué venía? ¿Qué dijiste? ¿Se me olvidó la cita?, pues seguramente hay que buscarle por otra vía, seguramente hay una sobresaturación de estrés”, señaló Tong.
Es por ello que, bien pudiera también ser generado por un grado de depresión o ansiedad que puede ocasionar que una persona sea dispersa “que tengas tantas cosas en tu cabeza, que de repente no puedas fijarte en una sola”.
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Por ello, dijo que si alguna persona presenta estas características debe acudir a recibir orientación: “Sí requiere atención psicológica para que aprenda la persona a darle prioridad a tus cosas, poder administrar tus tiempos organizarte, o bien si ya pasa de eso, se requiere un tratamiento de ansiedad o depresión”.