De acuerdo a investigadores, la inmunidad contra la variante Ómicron del coronavirus disminuye con las vacunas Moderna y Pfizer/BioNTech, pero no tanto como después de una infección natural.
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Asimismo afirmaron que sus hallazgos muestran la necesidad de vacunas que protejan específicamente contra la variante Ómicron. La doctora Emilia Sordillo, de la Escuela de Medicina Icahn del Monte Sinaí de Nueva York y su equipo analizaron la sangre de personas que habían sido vacunadas, o vacunadas con el refuerzo de Moderna o Pfizer/BioNTech, así como la sangre de personas que se habían recuperado de la enfermedad.
Pese a que las pruebas se realizaron en placas de laboratorio, los investigadores afirmaron que el experimento reproduce las condiciones de la vida real porque utilizaron virus vivos. Buscaron lo que se conoce como anticuerpos neutralizantes: estructuras del sistema inmunológico que pueden adherirse a virus e impedir que infecte las células.
"En las 85 muestras, la reducción de la neutralización de Ómicron fue superior a 14.5 veces", en comparación con la variante beta y la cepa original, escribieron. "En comparación, sólo hubo una reducción de cuatro veces contra beta en la misma muestra”, señalaron.
Por otro lado, el 16.5% de las muestras perdió toda la actividad neutralizadora contra Ómicron, es decir, eso incluía casi tres cuartas partes de las muestras de sangre de personas que se habían recuperado de infecciones.
"Nuestros hallazgos apoyan los informes recientes que describen una protección significativamente reducida contra la reinfección y una eficacia de la vacuna casi inexistente contra la enfermedad sintomática después de dos dosis de BNT162b2 (Pfizer)", escribieron. Sin embargo, las personas que recibieron refuerzos de Pfizer tuvieron una protección "del orden del 75%".
También, se dice que los investigadores no encontraron evidencia de que la vacuna contra el Covid-19 de Moderna ofrezca una protección más fuerte que la de Pfizer, pues la sangre de las personas que recibieron dos dosis de la vacuna de Pfizer/BioNTech produjo niveles de neutralización de anticuerpos que fueron 23 veces menores contra Ómicron que contra la cepa original del virus, y los niveles de anticuerpos de las personas que recibieron la vacuna de Moderna fueron 42 veces menores.
En el caso de las personas que recibieron dosis de refuerzo, la actividad de neutralización fue 7,5 veces menor para la vacuna de Pfizer/BioNTech y 16,7 veces menor para la de Moderna.
La protección de los anticuerpos se correlaciona con la protección en la vida real, pero no mide la protección a largo plazo contra la enfermedad grave y la muerte que proporciona un tipo de protección de crecimiento más lento y más duradero: las células inmunitarias llamadas células T.
Finalmente en la conclusión se dijo que el refuerzo de la inmunidad existente (ya sea por la vacuna o la adquirida de forma natural) ayuda a proteger contra la infección/reinfección hasta cierto punto, así como a reforzar las respuestas de las células T existentes, todo lo cual ayudará a protegernos contra Ómicron. Es por ello que es de suma importancia recibir las dosis de refuerzo, sobre todo si se está en uno de los grupos más vulnerables.