Todos conocimos a un niño así mientras crecíamos, con tantos juguetes en navidad que su atención saltaba entre ellos sin mayor interés por uno u otro a los pocos días después de las fiestas. Hoy en día los psicólogos advierten de las consecuencias de tener “niños hiperregalados'', algo que a largo plazo podría causar que valoren menos lo que reciben.
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Según explica la teoría, a la hora de dar regalos a los niños debe seguirse la filosofía de que menos es más. Observaciones en este campo señalan que los niños con pocos juguetes disfrutan más de ello y aprenden a usar mejor su imaginación; por otro lado aquellos que son bombardeados con montañas de juguetes nuevos, aunque sus padres tengan siempre la mejor intención, tienden a ir perdiendo la capacidad de centrar su atención en un solo juego.
El síndrome del niño hiperregalado se relaciona de cerca con la sobreestimulación, lo que según la psicóloga Sheila Alcázar puede desembocar en apatía, falta de interés y aburrimiento en los más pequeño, especialmente cuando los estímulos se acaban.
Los mejores regalos para navidad
El tiempo con los padres es y siempre será el mejor regalo que los niños pueden recibir esta navidad, ser escuchados y recibir atención. Esto es en contraste con las navidades consumistas de la actualidad donde los objetos toman el protagonismo y la atención de todos.
Una de las mejores formas para prevenir el sobre-regalar a tu hijo es sentarte con ellos y escribir la carta a Santa de forma conjunta, escuchando atentamente sus deseos y recordándoles de forma atenta cuándo piden demasiado.
La regla de los cuatro regalos, explicada por Sanitas Gracia de Jesús, psicóloga clínica, es incluir en su carta un objeto que vayan a usar de forma cotidiana, otro que realmente necesite, uno para leer y finalmente, pero no más importante, uno que deseen de verdad.
Tim Kasser, profesor e investigador especializado en materialismo, explica que el cómo afrontemos la navidad puede dar forma a las actitudes del niño a lo largo del resto del año. En un reporte publicado hace casi dos décadas ya se establecía una relación entre los regalos y la felicidad en épocas navideñas, siendo aquellas familias que se enfocaban en el tiempo juntos y las prácticas religiosas más felices en la mayoría de los casos que aquellas enfocadas en el dinero o los regalos.
“Entre más excesivos son los regalos, es más posible que un niño, especialmente un niño pequeño, reciba el mensaje que las posesiones y recibir objetos materiales son muy importantes”.
Fuera de las épocas decembrinas, la relación con los padres el resto del año le da forma a las expectativas de los hijos. Aquellos quienes reciben regalos materiales comúnmente esperarán lo mismo en navidad; quienes reciben otros más enfocados a las experiencias o el tiempo compartido también aprenderán a esperar eso cuando llegue el momento.
Comúnmente mezclar los tipos de regalos para que incluyan cosas que de verdad necesitan, abrirlos con ellos y demostrar interés son las mejores formas de pasar una navidad agradable junto a tus hijos, cosas que una pila gigante de regalos no puede sustituir.