Desde las primeras horas del día, Cirila comienza con el proceso de elaboración de sus artesanías, en punto de las 6:00 horas recolecta el material necesario para dar inicio a la actividad, primero se dirige al corral donde se encuentran los borregos para hacer la ‘tusa’ o deslanar al animal en ayuno, ya que si se hace después el borrego podría morir, posteriormente convierte la lana en un estambre para tejer su trabajo. A pesar de ya no practicar todos los pasos por sí sola debido a su edad, recuerda cada paso que se realiza para hacer sus creaciones.
Cirila Moroyoqui tiene 82 años de edad, es originaria de Teachive, Sonora, en la región del Mayo, cuando era niña veía a su mamá tejer de esta manera, por lo que ahora es una de las pocas mujeres que sigue trabajando con el telar de piso, hace unas semanas se dio a conocer su trabajo a través de redes sociales, el cual cautivó a los espectadores al conocer el procedimiento que lleva la elaboración de las artesanías.
Después de deslanar el borrego y reunir el material suficiente lo coloca en un catre fabricado con troncos, con ayuda de un palo y movimientos repetitivos se dispone a esponjarla y trabajar la lana estirándola y dando forma hasta que se convierte en estambre.
Para dar vida a su trabajo utiliza tintes naturales que prepara con elementos que encuentra en el monte, de esta manera tiñe la lana y la pone a secar, después al estar lista la enrolla para hacerla una bola de estambre.
Con ayuda de sus hijos y vecinos colocan el telar, cuatro palos se ponen en la tierra y los dos más largos se amarran para que queden de manera perpendicular, dos personas se posicionan una frente a la otra y se pasan la bola de estambre mientras se acomoda en el telar, este trabajo puede llevar hasta un día completo dependiendo del tamaño de artículo que se va a tejer.
Los habitantes del municipio señalaron que este oficio está a punto de desaparecer debido a que las nuevas generaciones no están interesadas en aprender sobre este, asimismo no hay materia prima para aquellos que desean realizar la práctica. “Antes había muchos borregos en toda la región, pero ya no hay”, mencionó Cirila.
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A pesar de su edad avanzada, la mujer sigue aprovechando los beneficios de su buena vista y concentración para tejer, colocando el estambre de colores de manera que formen una pieza única y atractiva para el público.
Entre los artículos que elabora están los tapetes, cobijas y bolsas, estas últimas son las que más pide la gente, asimismo aseguró que cada trabajo es distinto, por lo que una cobija le puede tomar hasta meses para terminarla. Para adquirir alguno de sus trabajos se puede dirigir a la tienda Lutisuc ubicada en Hermosillo en la Plaza Bicentenario o bien en su domicilio.
