A través de la música, el joven productor y artista hermosillense “SKYSKYSKY*” ha buscado plasmar todo aquello que representa sus más severas aficiones de la manera en que mejor aprendió tras años sumergido en el mundo del hip hop, donde cuestiones como la lealtad, el respeto y la unión pueden considerarse tan elementales como el valerse por uno mismo.
Un joven Ricardo Tapia mostró interés por el hip hop cuando a través de Internet miraba las batallas de freestyle que se realizaban tanto en México como en otros países hispanoparlantes, sin embargo, sus inicios en el rap se dieron alrededor del 2016, cuando comenzó a participar en esas mismas batallas de improvisación, pero realizadas en diferentes parques ya reconocidos de Hermosillo, lugares en los que rápidamente demostró tener habilidades para el género.
“Empecé haciendo compas hasta que me animé a concursar, porque llevaba tiempo en que traía en la mente las ganas de entrar, y siempre decía que era ahora, pero no lo hacía. Entonces cuando ya me andaba arrepintiendo, me jalaron y me preguntaron cómo sería mi nombre, pero nunca lo había pensado, solamente pensaba en atreverme, pero jamás en un nombre. Entonces yo siempre le tomo fotos al cielo y me vino el nombre Sky, y ya no lo cambié y así se quedó”, relató.
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Poco a poco sus fuentes de inspiración se fueron ampliando, llegando a beber principalmente de la escena del trap en Argentina, con elementos como Bizarrap, Duki, YSY A, Khea, Wos, entre otros, quienes hoy en día son exponentes mundiales de la música urbana en español, y los cuales también comenzaron a formarse en batallas de freestyle desde temprana edad.
“Es algo que también me inspira, sea como sea yo vi también cómo fueron creciendo, y eso me da esperanza de que yo y cualquiera puede hacerlo, más ahora con internet, donde se hace viral de un día a otro, eso me da mucha inspiración. Después de empezar con el freestyle, me quedé a cargo de organizar eventos, tenía que corretear a la gente y no ganaba nada, pero luego vino la pandemia y ya no se podía hacer nada”, comentó.
De tal forma, con la llegada del Covid-19 a Sonora, para mediados de marzo del 2020, las cosas comenzaron a complicarse para organizar eventos multitudinarios, por lo que la idea de aprender más sobre la producción musical, otra de sus pasiones, comenzó a tomar cada vez más fuerza, de manera que consiguió el equipo necesario y con ayuda de videotutoriales en YouTube, le dio a forma a sus primeras canciones.
Ya para ese entonces, productores musicales más consagrados y con reconocimiento en la región del noroeste de México, como Wicked y Dunkchord, vieron el potencial en la marca de SKYSKYSKY*, por lo que rápidamente comenzaron las colaboraciones y proyectos que hasta la fecha siguen vigentes mientras que se van fraguando otros.
Poco después, y con la idea bien clara de seguir haciendo la música que le gustaba y de la manera en que quería hacerlo, Tapia creó su propia marca: 4FUN, sello bajo el cual sigue trabajando hasta el momento y para lo que ha recurrido a diversas estrategias de marketing, como el pegar carteles promocionales en diferentes puntos concurridos de la capital sonorense, los cuales contienen un código QR vinculado a su cuenta de Spotify, lo que le ha valido de algunos seguidores.
En sus diferentes temas musicales, SKYSKYSKY* toca diferentes tópicos, desde la confianza por superar los obstáculos y llegar a cumplir con sus objetivos, hasta la soledad y la confusión que vienen tras las rupturas emocionales, todo bajo un amplio abanico de samples con un bajo de 808, característico del subgénero.
“Yo no soy el dios de la música ni mucho menos, pero lo que me ha quedado claro es que es necesario tener buen oído… Hay muchos ritmos urbanos y hay más actualizados, yo empecé haciendo Boom Bap, pero por practicar y es lo que hacía con freestyle, pero si quería hacer rolas quería hacer algo diferente y había pocos aquí en Hermosillo que hacían trap, yo buscaba algo más hard, más tronado. Cuando se acabaron las batallas me puse a pensar y escuchaba música de América Latina, en Estados Unidos hay muchos artistas, pero no sabes cómo salirte de lo mainstream de entre tanto que hay, entonces quería hacer algo más movido, más rápido.
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“Me gustó un beat de trap en YouTube, lo descargué y con eso empecé, muchas canciones que hice en ese entonces no han salido y no creo que salgan, algunas veces hasta grababa con el celular y la bocina, pero fue porque estaba saturado y quería hacer algo diferente, con más estética y más ruidoso… Hay muchas cosas de las que se pueden hablar, al inicio si era como que si haces trap nomás tenías que hablar de armas, drogas y todo eso, pero con el tiempo se fue distorsionando esa visión, porque el subgénero viene de las Trap House en Estados Unidos, pero ya se ha ido popularizando y se habla de otras cosas”, agregó.
En ese sentido, señaló que este cambio puede ser positivo, pues quizá esa definición sobre lo que era hacer trap llevó a varias personas a involucrarse en situaciones ilegales sólo para decir que tenían la actitud de gángster y que eran “reales”, un concepto que dentro de la cultura del hip hop tiene un peso tan importante como el aire que se respira. Sin embargo, la nueva generación de músicos, así como el respaldo y el respeto de sus compañeros, le dan la confianza en que el cielo es precisamente el límite.
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