Esta semana Hermosillo lamentó la pérdida de cinco jóvenes en un accidente carretero en el kilómetro 75 de la carretera México 100, cuando se dirigían desde Bahía de Kino a sus hogares en el poblado Miguel Alemán.
La muerte de Arleth y Clarissa, de 14 años, Francisco y Osvaldo de 17 y Juan Carlos Valerio de 18 causó consternación entre la comunidad, que ha cuestionado qué hacían conduciendo solos en carretera a esa hora y a esa edad.
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Por medio de WhatsApp circulan dos supuestos videos tomados de las redes sociales de los jóvenes fallecidos, presuntamente retratando sus últimos momentos de vida antes del accidente.
En las imágenes se puede ver cómo el vehículo en el que viajan conduce a exceso de velocidad superando los 160 kilómetros por hora entre bromas de sus ocupantes. Otro video muestra a los jóvenes bebiendo cerveza en el auto mientras cantan, antes de cortar a imágenes de autos destruidos al lado de la carretera, grabado por lo que parece ser un testigo de los hechos.
¿Es real el video?
Desde el momento en que inició su circulación, solamente aquellos que vieron las historias en el momento de su publicación pueden decir con seguridad si se trata realmente de un video tomado de las cuentas personales de los jóvenes fallecidos, pero en El Sol de Hermosillo hicimos una comparación entre lo que se muestra y la información que tenemos del accidente.
En el primer video, donde se muestra el velocímetro del auto, el diseño del tablero coincide con el de un Nissan Versa, el vehículo que tripulaban la noche del accidente y que quedó destruido tras el choque. La carretera por la que circulan también coincide con el tramo previo al lugar del siniestro.
En el segundo video, donde se muestran los restos del accidente, es más claro que sí se trata del grupo de estudiantes, pues los autos destruidos que se muestran coinciden con la foto publicada en este medio y tomada desde el mismo ángulo.
Hermosillenses reaccionan al accidente
A través de una encuesta en nuestras redes sociales, nuestros lectores han comentado el peligro que representa el consumo de alcohol en la carretera, una práctica que sigue presente a pesar de los retenes que se establecen durante algunas épocas del año; si no hay retén, no hay obediencia a las leyes de tránsito.
Sobre la medida de ampliar la carretera a cuatro carriles para hacerla más segura, Marcela Ochoa nos comenta: “Es correcto que se debe tomar esas medidas, pero con todo respeto a las familias y el dolor que los embarga, también hay que hablar de la responsabilidad de los padres con nuestros hijos, dejar a menores de edad que tomen riesgos de adultos nos vuelve los primero responsables de lo que le ocurra, pues no tienen la madurez, responsabilidad ni pericia para manejar, tomar…”
Este es el sentimiento compartido de la comunidad, que ha llamado a la consciencia de los padres de jóvenes que pueden exponerse a situaciones similares.
