Más del 50% de las banquetas de Hermosillo se encuentran en mal estado o no cuentan con las especificaciones mínimas de movilidad para personas con discapacidad.
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Guillermo Moreno Ríos, dirigente de la Comisión de Protección Civil del Colegio de Ingenieros Civiles de Sonora, indicó que, según los datos del Instituto Municipal de Planeación Urbana (Implan), aproximadamente la mitad de la infraestructura peatonal en la capital sonorense no está en condiciones óptimas para su utilización.
“El 50% de las banquetas se encuentran en mal estado o no cumplen con la especificación mínima de movilidad para personas con discapacidad, no cumplen con ancho de banquetas, no tienen las guías para personas con problemas en la vista, el tema de las rampas para personas con discapacidad motriz se queda corto. Estamos en una situación compleja”, comentó.
Esto claramente forma parte de las responsabilidades y atribuciones del Gobierno municipal, afirmó el ingeniero, por lo que es el Ayuntamiento de Hermosillo el encargado de mantener en buen estado las banquetas y de construir la infraestructura necesaria para personas con alguna discapacidad,
Por ello es necesario que las personas sigan reclamando por el estado de las banquetas, pues las autoridades deben cumplir con su parte, sin embargo, los ciudadanos también son responsables de cumplir con su parte, en tanto al respeto de esta infraestructura como un espacio público.
“Tenemos banquetas o áreas peatonales muy restringidas, todavía hay ciudadanos que le roban un pedazo a la banqueta o situaciones donde las personas siembran mucha vegetación en el área donde debería de haber banqueta. En ese sentido, la responsabilidad es de todos, no únicamente de la autoridad o de la ciudadanía, sino de todos”, puntualizó.
¿Qué se debe hacer con las banquetas dañadas?
Lo anterior está avalado por el Reglamento de Construcción y el Reglamento de Desarrollo Urbano de Hermosillo, donde se toman en cuenta las medidas de las banquetas, sin embargo, tales lineamientos se incumplen principalmente en las calles más viejas de la capital sonorense, caso contrario a lo que ocurre en nuevos fraccionamientos.
En ese sentido, cabe destacar que el Reglamento de Desarrollo Urbano y del Espacio Público para el Municipio de Hermosillo, en su artículo 59, señala lo siguiente:
“La fuente de abastecimiento para el suministro de agua potable, red de drenaje, descargas domiciliarias, planta de tratamiento, red de distribución de energía eléctrica, acometidas domiciliarias, alumbrado público, guarniciones, banquetas y pavimento entre otras, será responsabilidad del propietario y los adquirentes de los lotes que conforman el desarrollo, el cual deberá establecerse bajo el régimen de propiedad en condominio, liberando a la autoridad municipal de cualquier compromiso de ejecución, operación y mantenimiento de obras”.
Asimismo, de acuerdo al artículo 77, cualquier clasificación de desarrollo inmobiliario deberá dotar de infraestructura básica, como guarniciones, banquetas y rampas de acceso para personas con discapacidad conforme a las disposiciones legales establecidas.
Por otra parte, el artículo 20 del Reglamento de Construcción para el Municipio de Hermosillo establece que para la obtención de un permiso de construcción “las rampas para la entrada de vehículos a los predios no deberán entorpecer el paso ni causar molestias a los peatones. La banqueta deberá conservar su nivel y la rampa se realizará en una dimensión no mayor a un tercio del ancho de la banqueta sin dejar menos de 1.20 metros de andador”.
Además, el artículo 21 del mismo reglamento dispone que los ejecutores de obras de construcción, estarán obligados a restaurar las banquetas, guarniciones y rampas que se hayan deteriorado con motivo de la obra.
A pesar de lo anterior, Moreno Ríos aseveró que en la capital sonorense no se ha visto una prioridad al peatón, más bien todo lo contrario, cuando a nivel mundial se han implementado políticas alrededor de estas iniciativas, sumando el reconocimiento a las personas con discapacidad.
“Hace unos años el tema de las rampas para personas con discapacidad era un chiste, prácticamente. Poco a poco se ha ido exigiendo el tema del respeto para que personas no obstruyan los estacionamientos especiales para personas con discapacidad, poco a poco se ha ganado terreno, aunque la normatividad existe desde hace mucho. Es un tema de respeto”, refirió.
Por último, señaló que hace falta tomar conciencia y que la ciudadanía también sea consciente de que se trata de un espacio público y nunca habrá recursos suficientes para mantenerlos al 100%, por lo que invitó a la población en general a tomar su responsabilidad, fundamental para este tema, y realizar acciones en conjunto con autoridades para una mejor cultura vial.
