Una de las plagas más molestas y recurrentes en varios sectores de Hermosillo es el de la mosca doméstica, la cual, en temporada de calor y lluvias suele tener mayor presencia en el interior de los hogares.
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Luis Fernando Enríquez Ocaña, biólogo de la Universidad de Sonora (Unison), señaló que el problema de la proliferación de moscas en la ciudad es realmente grande, pues hay diferentes factores que así lo propician, pese a que en los hogares haya un aseo óptimo.
Mencionó que mucha de esa problemática radica en el ciclo de vida del insecto, pues el adulto pone una gran cantidad de huevecillos que en cuestión de días se convierten en larvas, posteriormente en pupas y al final maduran para repetir el mismo patrón.
“Esta mosca doméstica tiene la oportunidad de crecer bajo diferentes condiciones, incluso en climas fríos. Sin embargo, ahorita las condiciones de calor como las que tiene Hermosillo y de humedad como las que están en estas épocas de lluvias, le dan a la mosca condiciones óptimas de crecimiento”, aseveró.
Diferentes factores
Además de las condiciones climatológicas existen otros factores como lo es el brote de mayor número de plantas y que se genera más cantidad de materia que se puede podrir de manera natural.
Asimismo, si en los hogares los cestos de basura no están bien tapados, la mosca puede llegar e introducir sus huevecillos ahí, siendo esta situación una de las más comunes, sobre todo en tiempos de aislamiento social por la pandemia, ya que se generan más residuos.
“Sabemos que las moscas se asocian a la basura, en un momento dado en nuestros botes de basura hay alimentos descompuestos o hay materia parte de la comida que no se ha aprovechado, esta comida comienza a descomponerse y esto genera condiciones de cultivo ideales”, apuntó.
Otro factor son las heces de los animales en la vía pública, incluso hasta de personas. Y es que las moscas suelen alimentarse del alimento no digerido, de ahí, el riesgo que existe al tener contacto con los alimentos o con las heridas frescas.
“El problema es que la mosca es un vector, al ser un organismo volador que puede estar en cualquier parte de la ciudad, incluso, cuántas veces no ocurre que abrimos la puerta del carro, nos subimos en Kino, la mosca se subió en Kino, nos vamos a Hermosillo y ahí se baja la mosca, pues estamos haciendo que se disperse una gran cantidad de vectores de enfermedades, ahí está el problema”, externó.
Los basureros clandestinos son otra problemática en la capital sonorense, pues hasta el pasado mes de julio la dirección de Servicios Públicos Municipales había atendido un total de 173 reportes.
Esta situación, comentó el biólogo, sirve como un medio de cultivo más para las moscas, pues, sin importar el aseo que se haga en casa, si no se erradican estos espacios para desechar basura, la plaga de este insecto seguirá latente.
“A esto le sumamos la actividad humana, por ejemplo, si se descompuso el drenaje de una colonia y empieza a desbordarse por la calle, pues obviamente le estamos dándole más medio de cultivo a las moscas, si cuando sacamos la basura no la tapamos adecuadamente, pues esto también va a ser motivo para que esté proliferando”, señaló.
Recomendaciones
Por su parte, Miguel Ángel Martínez Téllez, profesor del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), mencionó que es necesario implementar prácticas que reduzcan la incidencia de estos insectos, ya que suele posarse sobre materia fecal o basura en la que proliferan microorganismos patógenos como Salmonella, Listeria o E. coli patogénica, causantes de padecimientos que van desde diarrea, dolor abdominal o fiebre, y moderadas o graves como septicemia y meningitis que, incluso, pueden llevar a la muerte.
El experto en inocuidad alimentaria mencionó que procurar condiciones higiénicas en todas las zonas del hogar favorecerá que las moscas no encuentren factores atrayentes.
Además, es importante evitar charcos, estancamientos de agua o recipientes de agua expuestos al aire, ya que los depósitos de líquidos sucios y con materia orgánica son altamente seductores para las moscas.
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Por último, Martínez Téllez consideró fundamental impedir que las bolsas tengan orificios por los que se escapen líquidos o materia putrefacta, ya que estos contaminarán el cesto y el recipiente se convertirá en un “imán” para las moscas.
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