El Poblado Miguel Alemán lloró y despidió ayer a dos de sushijos pródigos, David "Tornado" Sánchez y Jonathan "Zurdo"Espinoza.

Fue un sábado diferente, un sábado de mucho dolor para lafamilia y amigos de estos jóvenes boxeadores, quienes antes sereunían para verlos triunfar en sus combates, ayer lo hicieronpara sepultarlos.

Ambos boxeadores perdieron la vida la madrugada del pasadoviernes, cuando impactaron su automóvil contra un tráiler en lallamada “carretera de la muerte” Hermosillo-Bahía de Kino.

David y su hermano Jonathan se despidieron de sus familiares,amigos y del público que los siguió en cada round ayer en elPoblado Miguel Alemán.

Los féretros de los boxeadores llegaron al cementerio y fueronrecibidos por los acordes de la música norteña que lesinterpretó “Te vas, ángel mío”.

Previamente, a las 15:00 horas del sábado el sacerdoteGuillermo Coronado, del Santuario Guadalupano, les ofició misa decuerpo presente. Durante la ceremonia el féretro del Tornadocargó el cetro de campeón.

“Siempre los recordaremos por su entrega, por ser campeones.Eran muy buenos hijos y estoy muy orgulloso de ellos”, expresósu padre Ramón Sánchez Sarabia.

El Poblado Miguel Alemán se paralizó para dar el últimoadiós a los boxeadores. Los taxis y las camionetas de transportepúblico trasladaron a la gente que no tenía automóvil a laiglesia y al panteón.

Figuras del boxeo sonorense como José Luis Castillo y HernánTyson Márquez visitaron a los boxeadores en su última morada.

Entre gritos de “campeón”, el ritmo de la música norteñay el llanto despidieron a David y Jonathan Sánchez.

“Alegre estuvimos y alegre nos vamos, queríamos el título yaquí los tenemos, arriba Jonathan, arriba el Tornado”, gritó unhermano de los boxeadores y el centenar de personas que se dio citapara despedirlos entre aplausos.

Su gran amigo, Rogelio Porky Medina, le dedicó su pelea deanoche ante el prospecto a campeón del mundo, David Benavidez,inició con gran corazón, pero no se pudo llevar la victoria.