Por lesiones graves y ejercicio indebido del poder, el exdelegado de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en Sonora, Benjamín Hurtado Aguirre, demandará al personal del restaurante donde sufrió un altercado, también a la alcaldesa de Hermosillo, Célida López Cárdenas.
Luego del escándalo que se hizo en redes sociales por una supuesta agresión, Hurtado Aguirre acusó a la Alcaldesa de haberlo encarcelado sin tener ningún elemento legal para hacerlo, hecho que puede comprobar y lo hará mediante una demanda.
"Mis mejores palabras, es un animal, un animal que no tiene conciencia, que quisiera saber en otras condiciones qué hace con otras personas que no tengan ni recursos ni la capacidad de defenderse", enfatizó.
Mediante mensajes de Whats App, argumentó, López Cárdenas obligó al juez calificador a que lo encerrara en las celdas y que no pudiera pagar la multa para salir en libertad.
"La única manera en que pude salir de ahí es por los múltiples golpes que recibí, estuve en el Hospital General cuatro horas y media, y nunca me atendieron... Tuve que ir a un hospital particular", aseveró.
¿Cómo ocurrieron los hechos?
Acusó que había una menor de edad de alrededor de 14 años en el restaurante bar, misma que ingería bebidas alcohólicas, por lo cual le llamó la atención y le pidió el celular para denunciar el hecho, pero la joven le pidió que no lo hiciera porque la "iban a matar".
"Eso se va a corroborar con el policía que fue el encargado de llegar al local y él interrogó a la muchachita y le preguntaron si hubo algún acoso sexual y dijo que no, lo único que yo la participé a que si quería comer algo, porque la vi hasta enferma y le dije sabes niña de que tú no debes de trabajar en estos lugares, porque la gran mayoría de las personas que están aquí están ebrios, otros ahogados y otros medio borrachos", apuntó el exdelegado.
En ese inter aparecieron dos personas que lo empujaron hacia fuera del local, porque no tenía por qué hablar con ella, es ahí cuando él decide defenderse, pero no fue porque haya estado ebrio.
"Sí me tomé dos copas de vino blanco, que son a 11 grados de alcohol, más alimentos y seguido de eso cuando pasé al baño me invitaron unos abogados a que me sentara a su mesa, les dije va a ser un ratito porque vengo por unos momentos; no al grado a estar en condiciones fuera de mis cabales", aseguró.
Los golpes recibidos le provocaron un coágulo en el cerebro, por lo que continúa con exámenes, radiografías y una resonancia magnética, porque el coágulo está en la hipófisis y hay sangrado.
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"Yo traté de defenderme, yo creo que hasta un animal se defiende de los golpes que estás sufriendo", argumentó el exdelegado al tiempo que mostraba sus lesiones en cabeza, piernas y brazos, además de la ropa que llevaba ese día, lo cual muestra cómo terminó tras ser agredido por entre 10 y 11 personas, la mayoría meseros y personal del lugar.
