Con la ausencia de clases presenciales, algunos padres de familia decidieron buscar opciones de actividades extracurriculares que sirvieran para el pleno desarrollo de sus hijos, siendo el arte y el deporte las más solicitadas.
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En ese sentido, para Maricela Cecco, la llegada de la pandemia presentó un escenario interesante y favorable para el emprendimiento que tenía en mente, El callejón del arte, una pequeña escuela donde enseña varias disciplinas artísticas como el dibujo, la pintura y la escultura, entre otros.
“La idea realmente surge hace muchos años porque a mí me gustaba el arte, me gustaba el dibujo y la pintura y, aunque durante buen tiempo me dediqué a trabajos más de oficina, hubo un momento en que me di cuenta de que me gustaba el tema de enseñar, me gustaban los temas del arte”, compartió.
En exclusiva para El Sol de Hermosillo, comentó que inició con el proyecto en septiembre de 2019, pero en diciembre de ese mismo año tuvo que cerrar para cambiarse de ubicación. A principios de 2020 retomó las actividades, pero con la llegada de la pandemia tuvo que cerrar de nuevo, al menos durante los primeros dos meses.
Si bien, durante ese tiempo trató de dar clases a distancia, la realidad es que no logró adaptarse plenamente a la nueva dinámica, dijo, por lo que se mantuvo pendiente de la evolución de la contingencia sanitaria para hacer su reapertura en la primera oportunidad que se diera.
“Desde que abrí (finales de junio) ahí fueron aumentando los alumnos. Primero eran tres, luego cuatro y así fueron incrementándose. Yo creo que a mí me ayudó el hecho de que las escuelas estaban cerradas y que los papás querían que sus hijos aprendieran algo que desarrollara su creatividad”, resaltó.
Para prevenir riesgos de contagios estableció un límite de 8 alumnos por clase y de esta manera mantener la sana distancia. De igual forma, conforme el número de niños interesados incrementaba, Maricela optó por abrir más clases en distintos horarios, para así poder atenderlos a todos.
Aprender y desarrollarse mejor
Maricela señaló que, aunque algunos meses han sido tranquilos, cada vez son más los pequeños que se inscriben a sus clases, hecho que la entusiasma y la motiva a seguirse preparando.
“Para finales de año voy a tomar una nueva capacitación, esta vez en una escuela de escultura, para poder traer esos conocimientos a mi escuelita y compartir el aprendizaje con mis alumnos; así lo hago constantemente durante el año”, destacó.
Además, apuntó que actualmente cuenta con 30 alumnos divididos en cuatro horarios de clase que tiene durante el día, de lunes a viernes.
Entre sus planes a futuro está el poder ubicarse en un lugar con más espacio para tener mejores materiales de trabajo y que pueda aumentar la cantidad de alumnos e inclusive contar con otra maestra que se haga cargo de algunas clases y así continuar creciendo.
Aunque durante las clases cada niño puede elegir la disciplina en la que quiera trabajar, la que más solicitan es pintura.
“Cada alumno elige qué área quiere trabajar. Yo en el salón puedo tener a un niño trabajando en dibujo, una niña en escultura, alguien en pintura, etc., todos tienen su espacio y su tiempo, sin embargo, la mayoría de los pequeños suelen venir a dibujo y pintura, esas son las áreas a las que más me enfoco a veces”, indicó.
El impacto positivo del arte
Para la joven hermosillense, las actividades artísticas son parte fundamental del desarrollo y crecimiento de los niños y niñas, por lo que considera importante que tengan acercamiento hacia las distintas disciplinas desde muy pequeños.
“Los niños realmente antes de hablar comienzan a expresarse mediante dibujos, pintura, bales y cosas así, es la forma que ellos encuentran para expresarse. En ese sentido, el arte nos ayuda a canalizar esas expresiones cuando las palabras no nos alcanzan; también en la parte motriz les ayuda a coordinar, a ser más observadores, sensibles. Que ellos logren conocer más las texturas y nuevos materiales”, expresó.
En ocasiones algunos pequeños le temen a la pintura o ensuciarse con ella, pues no han tenido mayor contacto con dichas herramientas, comentó, por lo que se enfoca en enseñarles cómo trabajar con todos esos colores y texturas para que desarrollen su imaginación y creatividad, algo que también les ayuda en la socialización.
Para Maricela Cecco, aventurarse a emprender esta idea ha sido una de las decisiones que más satisfacciones le ha dado, por lo que espera continuar aprendiendo y enseñando a sus alumnos la importancia y los beneficios del arte en todas sus disciplinas.
“Yo soy partidaria de los sueños, dedicarnos a lo que nos apasiona y lo que amamos, y cuando lo hacemos nos damos cuenta que todos los obstáculos son solo aprendizaje y fortaleza, y creo que necesitamos más personas que amen lo que hacen”.
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