NTX.- En el vecino estado de Arizona, Estados Unidos, hay unos28 mil jóvenes de origen mexicano registrados en el Programa deAcción Diferida (DACA, por sus siglas en inglés), cuya eventualcancelación les afectaría.
La profesora-investigadora del Centro de Estudios de Américadel Norte del Colegio de Sonora (Colson), Gloria Ciria ValdézGardea, planteó que la posible conclusión del DACA el próximoaño, ocasionaría un “quiebre existencial” importante paraesos jóvenes.
La doctora en Antropología Social por la Universidad de Arizonaseñaló que los llamados “dreamers”, están muy apegados en lacultura y la identidad estadounidense. “Estos jóvenes son losfuturos líderes o son líderes, poseen herramientas importantesque nutren la cultura, la política y la economía de EstadosUnidos”, anotó.
El DACA, recordó, es un programa creado por el ex presidenteBarak Obama en el año 2012, que beneficia a infantes que llegaronal vecino país del norte de 2007 y que ahora son adultos.
Dicha acción, les permite estudiar, tramitar licencia demanejo, seguro social, tarjeta de crédito y permiso paratrabajar.
Sin embargo, el presidente Donald Trump dio de plazo hasta el 5de marzo del próximo año al Congreso de Estados Unidos, para queelabore una ley que defina el estatus migratorio de estos jóvenes,explicó Valdez Gardea.
El programa se renovaba cada cuatro años, siempre y cuando eljoven no tuviera antecedentes penales y hubiera terminado lapreparatoria; se dice que en Estados Unidos hay 800 mil jóvenesadscritos a este programa, de los cuales 690 son mexicanos.
El estado con el mayor número de aplicaciones en el DACA esCalifornia con 223 mil jóvenes, seguido de Texas, Nueva York,Ilinois y Florida.
Mencionó que el vecino estado de Arizona tiene a unos 28 miljóvenes beneficiarios de este programa o “dreamers”, de loscuales 23 mil 674 trabajan en diversas industrias y en el sectoreducativo.
Asimismo, abundó, el 17 % de ellos están casados conciudadanos estadunidense, el 26 por ciento tienen un hijo nacido enla Unión Americana.
“Vemos muy difícil que los adultos jóvenes que tendrían queregresar vivan un proceso de adaptación rápido, pues se trata deun quiebre existencial; no estamos preparados para recibirlos”,mencionó.
Consideró que como país no se ha desarrollado un programatransversal que arrope a las familias o algunos de sus integrantesque tienen que regresarse a México.