A cinco años del desborde tóxico en la minera Buena Vista del Cobre, la Revista Latino-Americana de Hidrogeología publicó un estudio donde da a conocer que los metales derramados no representa un daño ambiental de importante magnitud en el Río Sonora
Justifica que las fuertes precipitaciones de aquellos días favorecieron la dispersión de los elementos minerales, además de que se logró neutralizar la contaminación a los ocho días, por medio de la aplicación de cal y el retiro de tierra de la zona afectada.
“La fuga de la solución acidulada de cobre desde la minera Buena Vista del Cobre el día 6 de agosto de 2014, fue un evento que sucedió de manera accidental en la época de lluvias de verano en la región del río Sonora, y dentro de éste, se presentaron dos eventos cilónicos que produjeron lluvias extraordinarias, las cuales influyeron de forma determinante en los procesos de transporte y dilución de lixiviados a lo largo de los afluentes y el cauce principal del río Sonora”, resolucionan los especialistas.
Asimismo, el estudio realizado por los especialistas químicos de la Univeridad Autónoma de México (UNAM) Margarita Gutiérrez Ruiz, Agueda Elena Ceniceros Gómez, Francisco Martín Romero y Gerardo Martínez Jardines señala que a los tres meses del derrame las concentraciones de metales en disolución indicaron valores menores al límite de la norma mexicana del agua potable (NOM-127-SSA1-1994), a excepción del aluminio, hierro y el manganeso coloidales, cuyas cantidades son similares a las registradas antes del accidente.
El hecho de que los minerales anteriormente citados superen los límites de la norma establecida se debe a que en la cuenca hay un sistema natural sumamente mineralizado así como por la minería histórica de la región, sin embargo, no representa riesgo alguno.
Para llegar a tales conclusiones los expertos tuvieron que analizar los datos generados entre el 8 de agosto al 21 de octubre de 2014, por laboratorios acreditados que realizaron más de 2 mil 500 muestreos y análisis periódicos del agua superficial y de la subterránea, así como de suelos y sedimentos.
La zona de estudio fue constituida por las sub-cuencas: “Río Bacanuchi, “Río Sonora-Arizpe” y “Río Sonora-Banámichi”: zona que abarca parcialmente los poblados de Bacanuchi, Arizpe, San Felipe de Jesús, Sinoquipe, Banámichi, Huépac, Aconchi, Baviácora, Mazocahui y Ures.
LLUVIAS EXTRAORDINARIAS
“La lluvia ewgistraa en las estaciopnes Cananea y Baciachi muestra que la sustancia original rcibió agua mientras estuvo almacenada en el Bordo Poniente en el mes de julio, diluyendo su contenido que fugó posteriormete”
Revista Latino-Americana de Hidrología V.1, Número Especial, Febrero 2019, página 29
3 Meses después del derrame las concentraciones de metales indicaron valores mínimos a los establecidos en las normas oficiales
8 Días después del derrame el agua se había neutralizado