Por Alberto Maytorena
Hasta el momento no hay un avance encubrir las necesidades de los pobladores del Río Sonora que, de unmomento, se determinaron a través del fideicomiso, especialmenteen lo que respecta a la instalación de potabilizadoras, señalóReina Castro Longoria.
De acuerdo con la activistaintegrante del Departamento de Investigaciones Científicas yTecnológicas de la Universidad de Sonora, esta negligencia afectala salud de las familias que han tenido problemas de abasto desdeel derrame tóxico.
“Es bien urgente que esto se llevea cabo, pues no hay certeza en el agua que están consumiendo; (lospobladores) están comprando agua purificada siendo que la gente notiene la solvencia para poder hacerlo, por lo que, muchas veces, seven obligados a consumir de las fuentes naturales”,acotó.
En algunas comunidades, como enArizpe y Huichopa, se reubicaron pozos; pero esa infraestructuraconsume más energía eléctrica debido a que está muy alejada dela locación previa, la cual es costeada por lospobladores.
Castro Longoria expuso que loshabitantes han sido advertidos que si no cubren el costo de losrecibos de gasto energético, les cortarían el suministro. Notienen con qué pagar los costos adicionales de la reubicación depozos, lamentó.
Según la especialista, de las 34potabilizadoras que se ofrecieron en un principio a las familias dela zona Norte del río, sólo les instalarán nueve, incluyendo unaubicada en Bacanuchi, que no está funcionando por falta deenergía.