Desde hace 25 años María Dolores Soto y Omar Darío López han estado al frente de la famosa panadería Esperanza, en el ejido La Victoria, donde ofrecen distintos tipos de panes tanto a establecimientos como pobladores de la localidad.
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El “Mi Sangre”, como es conocido Omar en la comunidad relató para El Sol de Hermosillo que recibió el negocio de su padre a finales de los 90, convirtiéndose así en la cuarta generación de panaderos de la familia.
“Mi papá tenía el negocio y entró a trabajar al entonces Cotume, y ya me dijo, ‘sabes, ya no voy a poder, ¿quieres hacerte cargo?’, y fue ahí cuando dije ‘¡vamos!, para los trompos unas cuerdas’, y sí nos animamos mi esposa y yo”, relató.
Fue así que el matrimonio comenzó con la operación de la panadería, siendo María Dolores quien ha estado a cargo en los últimos años.
“Nosotros ofrecemos pan virginia, pan dulce, pan birote, teleras, entre otros tipos de panes, lo hacemos bajo pedido, en las tiendas yo hago el surtido”, detalló Lolita.
Alrededor de 600 panes son los que se realizan día con día, la mitad es dulce y la otra parte es pan blanco, mismo que es distribuido en 24 tiendas de La Victoria y El Tazajal.
Asimismo, hornean panes cuando las personas les piden para eventos, y si alguien acude a su negocio antes de hacer las entregas, también puede comprar, sin tener que hacer pedido previo.
“Es una bendición, porque en tiempo de calor baja un poco la venta y en tiempo de frío se triplica o se cuadriplica la venta, porque es como una droga el café, pero si es con pan, no puedes salir de ahí”, aseveró Omar.
Innovación del negocio
Luego de años en el negocio, Omar y Dolores están planeando expandir la variedad de productos que ofrecen en un futuro cercano, por medio de la venta de pasteles.
“Todos los días cumple años la gente y están bien caros, están como en casi 500 pesos, entonces podemos hacer algo mucho más al alcance de la gente para que puedan celebrar y puedan juntarse”.
Por otra parte, Omar utiliza las redes sociales para promocionar la panadería, pues en Facebook publica fotos de donas y otros productos, además de subirlo en estados de WhatsApp, consiguiendo así varios pedidos.
“Es un trabajo muy humilde, pero deja muchas satisfacciones, que te digan ‘oye qué bueno está el pan’, ya con eso, no importa que no lo pagues”, expresó entre risas el “Mi Sangre”.
Nuevas generaciones
La tradición panadera de la familia continuará, pues el hijo del matrimonio también ha adquirido conocimiento de los secretos y recetas de su padre y abuelo, abanderando él la quinta generación.
“El abuelo de mi papá y el papá del abuelo de mi papá ya eran panaderos, y en mi familia todos sabemos hacer pan, pero nada más yo me quedé con el oficio de la panadería, una panadería muy tradicional, con los secretos y las recetas de mi padre”.
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Por último, Omar Darío recomendó a toda persona que quiera emprender un negocio, a que no se dé por vencido cuando se presentan las dificultades.
“Para aquellas personas que quieran montar un negocio, una empresa, conseguir un poco de dinero para salir adelante, yo creo que lo más importante es tener un sueño y perseguirlo, tener el coraje para poder seguirlo, que no se desanimen, que le echen ganas”, externó.
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