A pocos días de cumplirse una década del desastre ambiental en el Río Sonora, activistas ambientales y miembros de la sociedad civil celebraron el segundo Festival por la Vida y el Agua, en el Parque Madero, en el centro de Hermosillo.
Tokya Casimiro, organizadora comunicaría de la asociación civil PODER, indicó que el evento es un esfuerzo conjunto entre los comités del Río Sonora, el Observatorio Socioambiental Río Sonora y PODER, con el apoyo de 16 organizaciones nacionales e internacionales de defensores de derechos humanos, del territorio y el medio ambiente.
“Decidimos hacerlo en Hermosillo porque aquí es donde termina el cauce del Río Sonora entonces es un esfuerzo para acercarnos a las demás familias hermosillenses, sonorenses y demás municipios afectados por el derrame para que podamos seguir manteniendo viva la lucha de los comités de cuenca por justicia”, dijo.
La activista indicó que el festival contó con actividades como música en vivo y representaciones teatrales, además de leerse el posicionamiento de los comités de Cuenca del Río Sonora a 10 años de la tragedia ambiental más grande en la historia de México, donde se afectaron más de 23 mil habitantes de las localidades en los afluentes del Río.
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Asimismo, se presentaron talleres donde se abordaron temas de literatura e ilustración, así como exhibiciones para la concientización de las afectaciones, por parte de organizaciones locales y de otros puntos del país, como Veracruz y Ciudad de México.
Martha Patricia Velarde Ortega, integrante de los Comités de Cuenca del Río Sonora, recordó que a una década de presentarse el derrame de metales pesados por parte de la mina Buenavista del Cobre, del consorcio Grupo México, los más de 23 mil habitantes afectados no han obtenido justicia y cada vez se ha deteriorado más su salud.
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“Es más difícil hacer la vida que hacíamos, sobre todo porque las tierras no pueden rendir lo que rendían, las tierras están contaminadas, el agua sigue contaminada, la salud día a día se va deteriorando, las muertes por estas enfermedades aumentan”, afirmó.
En ese sentido, manifestó que es necesario que las autoridades federales entrantes hagan cumplir la voluntad de los pobladores del Río Sonora y las recomendaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para reconocerlos como víctimas cuyos derechos fueron violados por el desastre ambiental.
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