Paloma Alvarado Navarro parece una chica hermosillense común, pero no es sino hasta que se pone su peluca y disfraz que se vuelve Hato Joestar, promesa cosplayer cuyo singular carisma y habilidad para bailar con botargas le ha dado un lugar en el corazón de la comunidad otaku.
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Con 17 mil seguidores actualmente en Facebook, los comienzos de Hato en el fascinante mundo de los monos chinos fue más bien casual, todo empezó con el disfraz de Karuta Roromiya, del manga y anime Inu x Boku SS, en el Chibi Anime Fest 2015, luego de que la idea de caracterizarse rondara por su cabeza durante un tiempo.
Fue en el sitio de Internet Ask.fm, donde usuarios podían mandarse preguntas y responderse entre sí, que Hato tuvo su primer encuentro con cosplayers, quienes incrementaron su curiosidad al explicarle sobre este pasatiempo.
“Mi mamá era amiga de un señor que se ponía en los stands de ventas durante las convenciones y me dijo que debería ayudarle a trabajar, fue cuando pude ver el ambiente de cerca y me llamó la atención”, comentó.
Cada vez más atraída hacia la idea del por qué rayos la gente se disfrazaba de personajes cuya ropa desafiaba las leyes de la física, la madre de Hato notó que no podría contener más el ímpetu de su hija, por lo que no dudó en apoyarla cuando finalmente decidió ir a la práctica.
Desde entonces, Hato lleva alrededor de 20 trajes y no tiene intenciones de que la cifra se quede ahí, muestra de ello es que decidió dar vida a Megumin, la archimaga del clan de los demonios carmesí adicta a las explosiones de la novela y anime Konosuba.
Tal es su dedicación a la noble causa de los monos chinos, que sus planes inmediatos involucran acudir a convenciones y eventos fuera de la entidad, como lo es el caso del Carnaval de Mérida el 22 y 23 de febrero, donde acudirá como invitada gracias a la intervención de S Meriweather, otra cosplayer de renombre en el noroeste del país.
No obstante, a pesar de su popularidad, Hato reconoce sus limitantes y, por ello mismo, desea superarse en todos los aspectos posibles para llegar a ser una profesional.
“Este año me puse de meta que quería viajar a mínimo seis partes de México, pero a futuro quisiera ser cosplayer internacional, realmente me estoy esforzando mucho en mejorar mi técnica porque yo sé que me falta mucho, pero quiero entrar a costura, quiero aprender carpintería y llenarme en cada aspecto del cosplay”, explicó.
El fenómeno memético de “A Coca Gary”
La frase que ha gravitado sobre la carrera de Hato desde el año pasado y catapultó su popularidad se dio durante un videonota que invitaba a la convención Kita no Matsuri a celebrarse en Hermosillo durante mayo.
Hato fue invitada de improviso por una de las organizadoras para la rueda de prensa del evento y, decidida a que sería la última vez que usaría ese traje, llevó su Atsuko “Akko” Kagari, la protagonista de la serie Little Witch Academia.
“Fue bastante inesperado porque Sylvia (Segura), quien estaba organizando el evento Kita no Matsuri el año pasado y requería una cosplayer para la rueda de prensa de dicho evento me habló a las 12:00 de la noche del día anterior para decirme que necesitaba a alguien y era urgente”, relató.
Cuando las cámaras comenzaron a rodar y los reporteros preguntaron por el nombre del personaje, la cosplayer se limitó a responder con naturalidad, sin embargo el generador de subtítulos de la nota interpretó el nombre A Coca Gary.
En un período de la historia definido por el tráfico de información y difusión cultural a través de Internet, algún listillo vio aquel inserto producto de una decisión automatizada y decidió compartirla con el resto del mundo, empezando por los grupos de Facebook de Little Witch Academia.
Gracias a su humor involuntario, la frase sería reproducida en numerosas páginas de la mencionada red social, incluso en Fresh Animu Memes from a Mexican Otaco, uno de los portales de memes de anime más visitados del país.
Lejos de sentirse ofendida o querer desentenderse de tal cita, Hato la adoptó afectivamente como una marca e incluso en posteriores revisiones del disfraz, Akko lleva ahora una lata roja de refresco de cola y un sombrero con la forma del caracol mascota de Bob Esponja.
A Coca Gary se convirtió en un producto y actualmente se han vendido cerca de 300 playeras con logo personalizado en todo México, e incluso le han preguntado si puede hacer envíos al extranjero. El futuro está en los memes, chicos.
Doblaje
Si bien el cosplay es la pasión de Hato, el doblaje también representa un proyecto de vida para ella, por lo que se prepara con esmero para poder entrar a la industria.
Actualmente cursa el segundo nivel de clases en Servicios De Voz – SDV, una compañía de doblaje establecida en Sonora y una de las dos únicas que existen en México.
De acuerdo con la joven, una vez termine el tercer nivel, podrá ingresar al diplomado, mismo que tiene un año de duración y podrá empezar a aparecer en series y películas.
Y no sólo eso, SDV tiene contacto con Crunchyroll, la compañía de streaming de anime más grande de América Latina, por lo que la posibilidad enorme para Hato de no únicamente vestirse como una chica anime, sino prestarle su voz.
“Sería una oportunidad muy grande para ser una mona china, ¡Si puedo ser el árbol-mona-china 3, yo feliz!”, dijo entre risas.