Un día como hoy, en 1844 el Capitán del Puerto de Guaymas, Tomás Spencer Valenzuela izó una bandera de México en la Isla del Tiburón y tomó posesión de ella como el primer blanco en pisarla y desde entonces formó parte como territorio sonorense.

Te puede interesar: La explotación de mármol que dio origen a la colonia Las Minitas

Con base al libro de Historia General de Hermosillo escrito por el Cronista Municipal Ignacio Lagarda Lagarda, en el año 1844, los seris habían cometido tantos asesinatos y robos que fue necesario enviar soldados al mando del capitán Víctor Araiza, quien los sorprendió en la punta El Carrizal, donde mató a mujeres y niños inocentes y regresó a Hermosillo.

“El gobernador interino Francisco Ponce de León desaprobó la acción inhumana y organizó otra expedición por mar y tierra para para apresar a todos los seris y traerlos a vivir al Pueblo de Seris”, apuntó en el documento.

Cabe señalar que, por tierra iría el coronel Francisco Andrade al mando de 220 soldados, quien salió de Hermosillo el 13 de agosto de 1844 y llegó a El Carrizal el día 16.

Por otro lado, el capitán Thomás Specer Valenzuela llegaría por mar, a bordo de un navío de 12 toneladas que salió de Guaymas el 11 de agosto y seis días después ancló en Bahía de Kino.

Fue así como entró a la Isla del Tiburón, donde izó una bandera mexicana, donde exploró la parte Norte del territorio, en busca de agua, y en una tinaja entabló una batalla con indios que la custodiaban, donde mató a dos de sus jefes.

Por 9 días, exploró la isla, quemando 64 jacales, 96 balsas y apresando a 104 seris con sus familias, para posteriormente ser enviados con Francisco Andrade, quien se encontraba en tierra firme y regresó a Hermosillo con sus prisioneros.

¡Recibe las noticias directo en tu celular! Suscríbete al WhatsApp de El Sol de Hermosillo

En el mes de noviembre, un grupo de seris mató a 16 reses, en el rancho El Pocito, en el camino que conducía a Guaymas, donde se envió a la fuerza de caballería para castigarlos, sin embargo, en el mes de diciembre, los soldados se encontraron con 70 indios, con quienes tuvieron una batalla y ya con los caballos heridos y las armas inutilizables, les ofrecieron la paz.

Cabe señalar que, para el año 1844, el Pueblo de Seris vivía de la agricultura y contaba con 3 mil habitantes.