En el marco del Día Internacional del Migrante, Hipólito Rendón Rentería, de 57 años de edad, compartió para El Sol de Hermosillo sus experiencias durante 22 años de aventura por Sonora.
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Al comenzar desde los 25 años, cuando era joven y se encontraba en Culiacán, Sinaloa, eligió moverse de un lugar a otro para conocer diferentes ciudades, mientras buscaba trabajo.
"Ya tengo unos cuantos años que salí cuando estaba joven, en aquel tiempo pero ahorita ya tengo como unos 22 años en la aventura, a los 25 años me fui", recordó.
Sin embargo, su decisión de buscar solo cómo vivir fue porque desde pequeño era huérfano y no tuvo apego o confianza a sus familiares para esperar a que alguien lo ayudara.
Por tal motivo, Hipólito recorrió desde Sinaloa a Sonora para observar sus paisajes en tren y en raite, a pesar de que sus viajes pudieran tomar desde un par de horas a días para llegar a otro lugar.
"Como soy huérfano ese es el problema pues, otra cosa es que a mí no me gusta estar de arrimado con los familiares, ni con los mejores amigos, ni con los primos, ni con los sobrinos, tíos ni con nadie”, aclaró.
A pesar de ello, considera que de no tener la oportunidad en algún momento de poder tener una casa, él seguirá de ciudad en ciudad para trabajar y vivir el día.
No obstante, aún en las condiciones que se encuentre Hipólito Rendón, el robar para formar su patrimonio no es algo a lo que él recurriría, pues reconoce que es delito y es algo que no hace.
Es por eso que cada día, espera a que busquen personas con ganas de trabajar cerca de la colonia Las Amapolas para realizar cualquier trabajo y reunir un poco de dinero para regresar pronto a Sinaloa y solicitar su acta de nacimiento, pues espera tramitar su credencial de elector y poder comprar un poco de cerveza ocasionalmente.
Vivir al día y buscar para comer
Y buscar trabajo en otras partes para viajar con más seguridad en autobuses, ya que sus travesías en tren le han dejado de experiencia los peligros que existen.
"Una vez veníamos de Empalme para Hermosillo éramos dos y unos sujetos venían en tolvas, como esas tienen escaleras para subir y bajar, unos desgraciados llegaron a donde estábamos nosotros y nos levantaron y ahí estábamos pasando unos a un carro cuando el tren iba recio", recordó Hipólito como una de sus peores experiencias en locomotora.
Mientras que una buena experiencia que aún conserva en sus días buenos, fue una vez que trabajó en Caborca hace ya siete años, cuando logró juntar mucho dinero en un trabajo por contrato.
“En el tren ya no quiero viajar porque me han pasado muchas cosas, no falta que se descarrile o que anden malandros ahí Dios guarde, a veces los tiran a unos para abajo y puras de esas”.
A pesar de ello, ha conocido Mexicali y Tecate en Baja California, mientras que en Sonora sus búsquedas de empleo lo han llevado a Puerto Peñasco, Caborca, Sonoyta, Hermosillo, Empalme; Ciudad Obregón, Navojoa y Pitiquito.
Actualmente Hipólito ha permanecido por casi dos meses en las vías del tren, donde está dispuesto para trabajar, aun cuando ya resiente dolor en uno de sus pies por la edad.
Una situación que en ocasiones le limita el empleo, ya que no se le permite porque lo consideran viejo, por lo que busca trabajos de limpieza, pintura y de campo ahora que aún puede realizarlos.
“Que ya estoy viejo según ellos pero hay unos que sí me llevan, sin embargo, ya me encuentro lesionado de un pie y no tengo los mismos reflejos para trabajos pesados", finalizó.
