Como una mujer elegante y disciplinada, así recuerdan familiares y exalumnos a la maestra Migdelina Gil Samaniego, quien fuera conocida en Hermosillo por ser la formadora de las bastoneras y de las “manitas” de la Prevo.
Actualmente, muchas personas reconocen el nombre de la destacada docente por el plantel educativo que hay en su honor en la colonia Balderrama, que lleva su nombre desde 1997, pero que anteriormente se llamaba Vicente Mora 2.
Mi ingreso a esa primaria coincidió con el cambio de nombre de la institución, incluso recuerdo el homenaje que se realizó cuando falleció la maestra.
Mi generación ya se encontraba en sexto año, los profesores nos dijeron que saliéramos del aula para despedir a una distinguida docente de la capital sonorense, fue cuando observamos cómo un cortejo fúnebre pasó por enfrente del plantel, sobre la calle José Carmelo. Todos agitamos nuestras manos para decir adiós.
Allegados comparten que fue su experiencia, sus conocimientos y la técnica que tenía para impartir clases, lo que llevó a Migdelina Gil Samaniego a ser una de las principales impulsoras de la danza en la ciudad, desde los años 60 hasta su retiro.
Habitantes de la capital sonorense recuerdan que entre los años 70 y 80 se vivió el auge de su legado, que hasta la fecha sigue vigente gracias a las decenas de alumnas y alumnos que aprendieron de ella y comparten sus anécdotas.
Era una tradición que la maestra acompañara a las integrantes del grupo de bastoneras durante los desfiles conmemorativos al 20 de noviembre que se llevaban a cabo en la localidad.
Las imágenes de estos eventos resaltan la cantidad de personas que apreciaban las técnicas del contingente que seguía las instrucciones de Gil Samaniego.
“Siempre marchaban detrás nuestro, de la banda de guerra con el profesor Lozano, siguiendo la cadencia de las marchas castrenses. Bonitas evoluciones con doble batán. Mis niños nos decía mi maestra Migdelina”, relató Pedro Aguayo Valenzuela, exalumno.
“Mi tía Migdelina, siempre elegante, muy disciplinada. El 14 de febrero nos recibía a las sobrinas en su casa toda adornada de rojo. Y nosotras, por supuesto vestidas con algo rojo. Nos hace falta”, compartió Mireyra Martínez, en una de las pocas fotografías públicas de la docente que circula en redes sociales.
Son decenas de mujeres las que aún recuerdan con alegría y orgullo su paso por estos grupos artísticos debido a la formación que recibieron, algunas aún mantienen amistades que formaron en sus años como bastoneras, recordando aquellos trajes de gala, con sombreros y batanes.
Incluso, durante mis años en la primaria y secundaria, cuando se realizaban los desfiles en la colonia, escuchábamos hablar de las conocidas bastoneras y manitas de la Prevo, como ocurre hoy en día.