Leche recién ordeñada, azúcar y unos cuantos minutos al fuego, crean la mezcla perfecta para el placer de los paladares, un dulce típico de la región: el jamoncillo.
En las calles de Guadalupe de Ures, Sonora y en algunos abarrotes, se comenzaron a distribuir dichas delicias: Jamoncillos Doña Esthela, quienes con más de 35 años de experiencia ofrecen el dulce en todas las presentaciones y sabores que pueden haber.
Son 18 personas quienes trabajan en la elaboración y distribución de los jamoncillos, labor que en su mayoría se realiza a mano, artesanal, mientras que la maquinaria se utiliza para el relleno de los conos y el empaque.
Elaboración
Su elaboración, comparten, consiste en colocar mil litros de leche y azúcar en una caldera y dejar en el fuego por una hora con veinte minutos, cuando la leche comienza a evaporarse se convierte en una masa y ésta se pasa a un recipiente más pequeño para dejarla enfriar y obtener una mejor textura.
Sobre los sabores, éstos pueden ser desde el jamoncillo tradicional, coco natural, fresa, piña con coco, tipo gloria, chocolate, entre varios más.