Una nueva patente que se enfoca a la nanotecnología es uno de los logros mas recientes que celebran las y los docentes del Departamento de Física en la Universidad de Sonora, la cual está reconocida por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).
El grupo de investigadores del Laboratorio de Biomateriales del Departamento de Física, recibió el pasado 26 de mayo el otorgamiento de esta nueva patente, con la cual se reconoce su labor y esfuerzo logrado en su investigación encaminada a la nanotecnología.
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De qué se trata
El profesor e investigador del Laboratorio de Biomateriales, Ramón Alfonso Íñiguez Palomares, dijo que con esta patente, suman ya seis que han logrado obtener, se busca crear un material con base en zeolita natural, la cual fue posible obtener en una mina en San Luis Potosí.
Esta mina posee una riqueza natural que sirve de provecho para los investigadores y lograr sintetizar los nanomateriales y con ello lograr una degradación de colorantes.
“Es una mina en donde la pureza de la zeolita es muy alta y lo aprovechamos nosotros para sintetizar nanomateriales en el interior de su propia estructura”, señaló Ramón Alfonso.
En este sentido, abundó explicando que la zeolita es un material poroso y en sus cavidades son de tamaños bastante reducidos, ahí se puede hacer un agregado de nanopartículas para ayudar a la degradación de colorantes, antes de que estos sean arrojados a las corrientes de agua naturales.
“A nivel de laboratorio se ha demostrado que es efectivo, obviamente hay que escalar a nivel industrial para eso se requiere de la intervención del sector industrial, de la iniciativa privada, para que aporten montos grandes que también permiten escalar los procesos de producción, y de aplicación en una instancia real”, comentó.
La labor que llevan a cabo es de suma importancia, ya que los colorantes utilizados en la industria textil, principalmente el que elabora la mezclilla son altos contaminantes, sobre todo el azul de metileno, los cuales se vierten en los mantos acuíferos.
De ahí surge el interés de los catedráticos de la Unison, para combatir el impacto ambiental que se generaría al contaminar los afluentes naturales y que, con el trabajo que realizan podrían mitigar los efectos nocivos.
Cómo lo procesan
Ramón Alfonso Íñiguez Palomares explicó que el proceso de la patente requiere bastante tiempo; ya que una vez que el IMPI recibe la solicitud, estos se encargan de buscar todas las bases de datos y asegurarse de que no exista un trabajo similar.
“Es un proceso largo, se mete la solicitud, a los cuatro años se emite un veredicto, aunque hay veces que envían observaciones que hay que responder para que se vaya a otra ronda de evaluación; es un proceso largo que se lleva aproximadamente cinco años”, destacó el docente.
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A través de la Oficina de Transferencia de Tecnología y Conocimiento (OTTC) que opera en la Universidad de Sonora, fue como se logró el procedimiento para obtener la sexta patente la cual se recibió a principios de enero.
Luego de este gran avance por parte de los estudiosos de la Unison, se buscará tender puentes en la institución para fortalecer lo desarrollado en las empresas así como instancias en las que se pueda adquirir la patente y utilizarlas.
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