Laura Corral había cumplido uno de sus sueños más grandes, abrir su negocio de belleza en la ciudad de Hermosillo en el cual ofrecería un servicio de cuidado completo desde el cabello, piel hasta uñas acrílicas. La joven empresaria es cosmetóloga y estilista, en el 2019 abrió su empresa Morell Spa y Salón donde expuso sus conocimientos y enamoró a cada una de sus clientas con su trabajo.
Al ver el crecimiento constante de visitas en su establecimiento y la exigencia de otros servicios, decidió ampliar la gama de ofertas e incluyó en su equipo de trabajo a Briseida Quintana, quien se dedica a hacer diseños, reconducción, spa y mechas para el cabello, Evelyn Corral experta en barber y spa masculino, masajes relajantes, terapias físicas, complementando el trabajo de Laura de faciales reductivos, pestañas, microblading, entre otros.
En febrero de 2020, decidieron emigrar a otro lugar y abrir una segunda sucursal para seguir ofreciendo su trabajo en otros lugares y ampliar su arte en belleza por toda la ciudad, sin embargo, la pandemia no les permitió continuar con su negocio y suspendieron actividades durante 5 meses, afectando por completo su economía.
“Comenzamos con un salón en la colonia Las Quintas pero ya nos estaba quedando pequeño, entonces quería otro lugar más grande, el proyecto ya estaba antes de la pandemia, habíamos formado un grupo en el mes de febrero porque teníamos muchas graduantes en puerta, pero la pandemia nos estalló en la cara, cancelamos peinados, maquillajes y el salón del Navarrete atendió solamente a dos personas”, mencionó Laura.
Ante la situación, decidieron vender el material de trabajo, mobiliario y otros artículos de la nueva sucursal para poder pagar las rentas de los dos lugares, asimismo tener ingresos para sus gastos personales y del hogar.
“Las clientas eran quienes nos estaban haciendo migrar a otro plano y nos aventuramos porque tenía que adecuar un local, hacer muchas inversiones, ya teníamos agenda para atender a las clientas en la nueva sucursal pero no pudimos continuar”, explicó.
Laura compartió que a pesar de haber contado con un colchón económico para mantener las rentas de los lugares, éste no fue suficiente por lo que decidieron hacer otras actividades y salieron a la calle para recaudar fondos y salvar sus establecimientos.
“Atendimos sólo dos citas y duramos cinco meses sin trabajar, subsistimos vendiendo los productos del salón, la pandemia fue algo difícil vendimos herramientas y hasta cosas de mi casa, saqué algunos créditos para comprar otros materiales y hasta mi esposo hizo mesas y espejos para volver a meter muebles al salón”, señaló.
Meses antes de la pandemia, Laura atendía en su establecimiento de 10 hasta 15 personas diariamente, ahora solo atiende de 2 a 5 personas, asimismo del 100% del mobiliario que tenían ahora sólo cuentan con 50% de las capacidades.
“Cambiamos de giro completamente, pero seguimos teniendo el apoyo de nuestros clientes, empezamos a hacer ventas de tamales, boneless e íbamos hacer próximamente hamburguesas pero cambió el semáforo y pudimos volver poco a poco a nuestro trabajo de belleza”, dijo.
Fue entonces que el pasado 29 de septiembre fue la reapertura de su antiguo salón y la inauguración de la nueva sucursal, por lo que Laura expuso su emoción al regresar a su lugar de trabajo y hacer lo que más disfruta diseñar la imagen de sus clientas desde el cuidado de la piel, el cabello y ver todos los resultados obtenidos.
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“Gracias a las personas que nos apoyaron durante este tiempo, aquí estamos para recibirlos y a aquellos que también pasaron momentos difíciles como nosotros y que tuvieron que vender todo, sépanlo que siempre hay la manera de salir adelante, no hay que perder la esperanza, el tiempo está muy difícil pero si ya sobrevivimos a esto hay que seguir luchando adelante”, finalizó.
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