Comerciantes y ciudadanos se encuentran cada vez más preocupados por la cantidad de personas en condición de calle por las zonas céntricas de la ciudad.
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Según el último censo realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), son 415 personas que se encontraron en situación de calle durante el levantamiento que se realizó en una noche, sin embargo, el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), estima que en la capital del estado figuran cerca de 930 personas sin techo.
Toman calles
Desde tianguis de productos obtenidos en los basureros o regalados hasta un colchón para dormir en los árboles en la banqueta del bulevar Luis Encinas, es parte de lo que ven ciudadanos que acuden al Hospital Dr. Ernesto Ramos Bours.
También en la rampa del puente peatonal que conecta con la Universidad de Sonora las personas sin hogar han hecho un lugar para hacer sus necesidades fisiológicas, lo que también representa un foco de contaminación para los transeúntes.
Según Eleazar Monteverde, guardia de seguridad en el hospital, hay un incremento de personas según la hora; ya que por las tardes la afluencia es mayor debido a que hay personas que les dan de comer.
Afectaciones
A pesar de que las condiciones de las personas indigentes y sus posibles causas son muy variadas, lo cierto es que comerciantes se ven afectados por las actitudes de algunos.
Nora Mizquez, microempresaria de un puesto de comida frente al hospital, dijo que muchas veces las personas se acercan a pedir comida, algunos en estado de ebriedad, quienes tienen reacciones muy violentas al recibir un ‘no’ por respuesta.
“Nosotros les pedimos amablemente que se retiren, pero a veces lo hacen de mala gana, avientan las cosas o se las roban”, concluyó.
En tanto, ciudadanos como Javier Ramos, dijo que sí es un problema en aumento, porque hay personas que no se sienten seguras con las actitudes: “es un problema que está en todos lados, le hablas a la patrulla y no les hacen nada”, dijo indignado.
"Más que ser un delito, es un problema de salud"
Alfonso Novoa, comisario general de la Policía Estatal, dijo que hasta el momento, ellos como autoridad no han recibido llamados para retirar a las personas en situación de calle, sin embargo, aseguró que sí podrían hacerlo en caso de que se requiera.
“Pero más que ser un delito, es un problema de salud; estas personas sí pueden cometer daños, faltar al respeto a alguien pero creo que la cárcel no es el mejor destino para ellos, debemos ver de qué manera se pueden apoyar correctamente”, explicó.
A pesar de que la cifra de indigentes va en decremento, la convivencia de ciudadanos para realizar sus actividades día a día es complicada, siendo así que no se otorguen medidas para poder mediar entre ambas partes.