Después de dos años y medio, se está comenzando a percibir una disminución en el uso de popotes por parte de la ciudadanía, aunque ello no parece implicar un incremento de sanciones por el uso de pajillas.
Aarón Montaño Duarte, activista ambiental fundador de la agrupación “Reduce tu Huella”, reconoció que el uso de estos utensilios ha ido a la baja en la entidad, pues cada vez se ven menos personas usándolos.
“Se ha reducido, porque debemos recordar que fue hace un par de años que se pasó la ley que prohibía a los restaurantes y cafeterías dar popote a menos que uno lo pidiera y, como esto no sucede, mucha gente dejó de utilizarlo”, acotó.
Asimismo, aclaró que la llegada del popote metálico ha ayudado a desplazar a los sorbetes tradicionales, debido en gran parte a su capacidad para volverse a utilizar una vez que ha sido empleado.
La Ley
Fue el 10 de septiembre de 2018 cuando el Congreso del Estado aprobó una iniciativa para reformar el artículo 196 de la Ley de Equilibrio Ecológico y Protección al Medio Ambiente, con el fin de evitar el uso de popotes en restaurantes y establecimientos.
La iniciativa, presentada por los diputados priistas Epifanio Salido Pavlovich y David Palafox Celaya, determinó que las sanciones marcadas serán de entre 20 y 20 mil Unidades de Medida y Actualización (UMA) las cuales equivalen aproximadamente de los mil 600 pesos y a un millón de pesos.
Una de las principales justificaciones para presentar esta ley estribó en la producción desmedida del popote de plástico, pues de acuerdo con los legisladores, durante 2017 se desecharon 24 mil toneladas de popotes de plástico en México.
Sin multas
Hasta el momento se desconocen cuántas multas se han aplicado a negocios que han desobedecido la coloquialmente nombrada ”ley antipopote”, esto es debido a que no hay un acuerdo entre Gobierno municipal y estatal sobre quién debe hacerlo.
Mientras que el Instituto Municipal de Ecología de Hermosillo comunicó que este tema no compete al Ayuntamiento, sino al Gobierno del Estado, la Procuraduría Ambiental del Estado de Sonora (Proaes) aclaró que este asunto era de competencia municipal.
Debido a esto, no existe documento o informe alguno que establezca la cantidad de sanciones aplicadas a quienes hayan incumplido con la estipulación de no ofrecer popotes, ni a qué tipo de multas se hicieron acreedores.
Alternativas
Tras la prohibición de los popotes tradicionales, el mercado comenzó a explorar alternativas para ofrecer artículos similares pero que generen el menor impacto ambiental posible, encontrando una solución en los productos biodegradables.
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Estos popotes están hechos de materiales como fécula de maíz, bagazo de trigo y agave, así como un plástico especial llamado PLA se integran al ambiente en un promedio de 22 meses, por lo cual resultan menos dañinos.
Si bien, de acuerdo con los precios manejados en Internet, la diferencia de costo entre una pajilla biodegradable y una de plástico ordinario es superior para las pajillas biodegradables, se han convertido en la solución para una sociedad cada vez menos interesada en los popotes.