En Sonora convergen 2 millones 944 mil 840 habitantes según el Censo de Población y Vivienda del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) lo cual hace que haya una gran diversidad y manera de pensar.
En la entidad, 2.23% de la población habla lenguas indígenas, las más frecuentes son mayo con 43.1%, seguido de yaqui con 29.6%; mientras que existe 1.48% que se considera como afrodescendientes o afromexicanos.
Este 21 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, por lo que es importante preguntarse si se vive en una sociedad racista y hacer una reflexión sobre ello.
El sociólogo y catedrático de la Universidad de Sonora Jesús Guadalupe Durán Pinzón explicó que es algo difícil de determinar, sin embargo, hay dos tipos de denominación, el económico y el otro tiene que ver con temas raciales directamente, como el color de la piel o incluso aspecto físico.
El aspecto económico podría denominarse como clasismo, el cual es muy marcado en algunas personas de la sociedad, esto debido a que cada vez hay lugares con mayor desarrollo económico.
Mientras que el que tiene que ver con aspectos raciales también es un problema que se presenta en las sociedades, en algunas muy marcado como los grupos racistas que hay en Estados Unidos, como el Ku Klux Klan.
“Incluso cuando nos enseñan a nosotros desde niños, las razas, así lo decimos, negros, blancos, amarillos, después ya se van incorporando otros criterios, pero de entrada son esos el color de la piel; nosotros, gran parte de la población somos anglos, europeos, pero tampoco somos indígenas, pues estamos en un gran mestizaje”, manifestó el especialista.
Ese gran grupo de raza mestiza tiene una mezcla de los dos, está en medio, vive y goza de las culturas indígenas, pero no por costumbre, sino como un observador externo, como en el caso de las costumbres de los fariseos, aunque en Hermosillo sí hay quienes participan, aunque no sean de ascendencia yaqui.
“Toma como ejemplo la posición social y aspira a tener un mayor posicionamiento social, pero tampoco desprecia del todo las manifestaciones culturales indígenas, de hecho las promueve y en el fondo las acepta y puede señalar que ese mundo indígena forma parte de esa gran diversidad nacional, pero a la hora de responder frente a un problema indígena puede haber un problema de exclusión”, indicó.
Como ejemplo, podría ser el que un padre de familia no permita que su hija o su hijo se case con alguna persona indígena, o incluso algunas manifestaciones que resultan ofensivas, pero que la sociedad está acostumbrado a decir y las toma como parte de su identidad cultural.
“En el fondo podemos decir nosotros aceptamos a nuestros hermanos indígenas, pero en la práctica a la mejor decimos otras cosas y podemos manifestar cierta tendencia hacia el racismo, no nos damos cuenta, lo vemos cómo algo normal y tenemos expresiones para ello”, subrayó.
Sigue a El Sol de Hermosillo en Google News y mantente informado con las noticias más recientes
En general son grupos pequeños los que participan o promueven que haya igualdad, por lo que en ese sentido se puede mejorar como sociedad.