Hace más de 40 años el ingeniero Jaime Sánchez Cano fundó en la ciudad de Hermosillo lo que hoy en día es un referente de las soluciones en distintos aparatos tecnológicos: Reparilandia.
En entrevista para El Sol de Hermosillo, Carlos Homero Díaz Corral, actual gerente del negocio, relató que en aquellos años se empezó con la reparación de máquinas de escribir, máquinas registradoras, las primeras computadoras y otros aparatos que se usaban en la época.
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“Somos prácticamente los pioneros en el Estado de Sonora en referencia a las soluciones en tecnología, el ingeniero Jaime Sánchez Cano fue el que fundó la empresa y yo seguí adelante con ella, ya metiendo otro tipo de reparaciones que normalmente no las ven o no se hacían en el Estado de Sonora”, manifestó.
Actualmente en el taller reparan todo tipo de aparatos, ya sea cámaras fotográficas, computadoras, consolas de videojuegos, juguetes, equipo médico, cerebros de automóviles e incluso tecnología análoga.
Asimismo acaban de incursionar en la recarga de todo tipo de baterías, así como su rehabilitación, al grado de “revivirlas” con éxito en el 80% de los casos.
“Nos llega de todo, lo único que no reparamos son celulares, televisiones y microondas, de ahí en fuera todo, me traen equipo médico a reparar, nos traen las tarjetas de las refrigeraciones, nos traen cerebro de los carros, nos traen cosas inimaginables, por eso le pusimos Reparilandia, porque es muy amplio el espectro de reparación que hacemos”, abundó.
El negocio se encuentra sobre la calle Veracruz casi con Revolución desde hace 15 años, anteriormente se encontraba en la colonia Bugambilias y hoy en día cuenta con cuatro empleados que realizan todo tipo de trabajo.
Además de las restauraciones, algo que con el paso del tiempo se ha vuelto muy llamativo para los clientes es la vasta colección de artículos que hay en el lugar, pues hay todo tipo de juguetes y aparatos de colección.
“Hay muchas cosas que tienen certificados de autenticidad, que son piezas únicas y a través de los años nos dimos cuenta que les gustaba a la gente, somos un taller realmente pero le gustó a la gente y empezamos a poner toda la decoración y se armó algo muy bonito”, expresó.
Tanto ha sido el éxito de la colección, que Carlos y su equipo de trabajo se encuentran habilitando un espacio que se convertirá en el primer museo de tecnología en Sonora, un proyecto que lleva alrededor del 70% de avance y se estima quede listo en poco más de dos meses.
El museo tendrá un costo de entrada significativo y podrán acudir familias completas, el recurso recaudado será donado a personas de escasos recursos, por medio de una trabajadora social.
“Podrán ver piezas únicas a nivel de tecnologías y también algunos juguetes, tenemos juguetes antiguos, una serie de cosas muy interesantes, habrá un guía que va a explicar cómo ha ido evolucionado la tecnología desde los años 30, la gente puede preguntar por tal pieza, para qué se usaba, va a ser muy interesante porque va a haber aprendizaje y ayuda para la comunidad”, apuntó.
La pandemia por el Covid-19 no representó un golpe negativo en cuanto a la demanda de los servicios, sino todo lo contrario, ya que gracias al trabajo y el estudio en casa, las reparaciones a computadoras e impresoras se incrementaron.
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Además de que gracias a la recomendación de boca a boca, la transparencia y la calidad de sus trabajos, se han consolidado como una respuesta confiable ante los desperfectos tecnológicos.
“Gracias a la misma gente nos hemos consolidado como una respuesta, primero, de honestidad hacia el cliente, todas nuestras reparaciones están grabadas, la transparencia es total, número dos, la eficiencia con la que hacemos las cosas, y número tres, nos traen desafíos que no pueden realizar muchas veces otros talleres”, externó.
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