/ lunes 11 de febrero de 2019

Un tatuaje muy especial, plasmar a Pancho Villa

El tatuador sonorense Yesso Fuentes llevó a cabo una misión bastante singular y una experiencia inolvidable

Mi nombre es Yesso Fuentes y me dedico a hacer tatuajes, regularmente me llegan solicitudes de unos muy especiales, pero este que les voy a contar creo que ha sido el más impactante.

Ya hace un tiempo me tocó dibujar un mural donde salía la figura de Emiliano Zapata, una vez terminado lo miré y pensé: “Zapata, Zapata ¿y el general Francisco Villa?”.

Ahí es cuando me di cuenta que nunca había dibujado algo de Pancho Villa, a pesar de que mi abuelo siempre lo mencionaba, para él siempre fue “Mi general Pancho Villa”, y ahí es cuando dije, “me gustaría algún día tatuar algo de Pancho Villa”.

Pasaron los días y de manera por demás increíble me suena el celular, la verdad es que no iba a contestar, pero al final lo hice: “¿hablo con un tatuador?” me pregunta, “sí, así es” le contesto, “mira me quiero tatuar un rostro, pero no es cualquier rostro, y aparte soy muy exigente”.

Le dije que no se preocupara y me mandó la foto de quien quería el tatuaje, se trataba de una imagen de Pancho Villa, la verdad en ese punto me emocioné bastante, pues era a quien quería tatuar.

Lo que sí le dije antes fue que le buscaría una foto con mejor calidad pero ninguna le gustaba, hasta que un día llegó al negocio con la foto original, resulta que él la tenía en un cuadro.

Cuando me preguntó que si cuánto le iba a cobrar, yo estaba tan emocionado por tatuar a Villa, que le dije que nomás 600 pesos, porque no quería que se fuera a arrepentir.

Me dijo que estaba bien y ya cuando empecé el tatuaje me empezó a platicar varias cosas sobre Pancho Villa, y que incluso su abuelo se le había manifestado de varias maneras, ahí es cuando me enteré que este señor era nieto de Francisco Villa, de hecho tenía un gran parecido, su nombre es Óscar Villa.

Mientras le hacía el tatuaje, me platicaba varias cosas de su abuelo y de cómo se le había aparecido varias veces y les juro que hubo un momento en el que sentí su presencia, yo me acuerdo que estaba tatuando y de reojo alcancé a ver en el mismo estudio la sombra de una persona alta con sombrero.

No me van a creer pero mientras le hacía el tatuaje, el señor se quedaba dormido, y de repente se despertaba y me decía, “mi abuelo me dice que te hace falta detallar más la oreja”; y tenía razón, había algunos detalles que arreglar de ahí, lo más extraño es que el señor no se podía dar cuenta de eso.

Así pasaron varias horas, hasta que el tatuaje lucía lo más perfecto, ahí, sin yo avisarle, el señor se despertó y me dice: “ahora sí, me dijo mi abuelo que ya había quedado, que le había gustado mucho”.

Ahora, otra cosa más extraña, al momento de cobrarle los 600 pesos que le dije originalmente, el nieto de Pancho Villa me pagó 1600 y me dijo que siempre tenía que cobrar bien por mi trabajo.

No me van a creer pero mientras hacía el tatuaje, y al ver que estaba muy detallado, varias veces me repetí en la mente, “este tatuaje lo debí haber cobrado en 1600”, y sin que yo se lo dijera eso fue exactamente lo que me pagó.

Mi nombre es Yesso Fuentes y me dedico a hacer tatuajes, regularmente me llegan solicitudes de unos muy especiales, pero este que les voy a contar creo que ha sido el más impactante.

Ya hace un tiempo me tocó dibujar un mural donde salía la figura de Emiliano Zapata, una vez terminado lo miré y pensé: “Zapata, Zapata ¿y el general Francisco Villa?”.

Ahí es cuando me di cuenta que nunca había dibujado algo de Pancho Villa, a pesar de que mi abuelo siempre lo mencionaba, para él siempre fue “Mi general Pancho Villa”, y ahí es cuando dije, “me gustaría algún día tatuar algo de Pancho Villa”.

Pasaron los días y de manera por demás increíble me suena el celular, la verdad es que no iba a contestar, pero al final lo hice: “¿hablo con un tatuador?” me pregunta, “sí, así es” le contesto, “mira me quiero tatuar un rostro, pero no es cualquier rostro, y aparte soy muy exigente”.

Le dije que no se preocupara y me mandó la foto de quien quería el tatuaje, se trataba de una imagen de Pancho Villa, la verdad en ese punto me emocioné bastante, pues era a quien quería tatuar.

Lo que sí le dije antes fue que le buscaría una foto con mejor calidad pero ninguna le gustaba, hasta que un día llegó al negocio con la foto original, resulta que él la tenía en un cuadro.

Cuando me preguntó que si cuánto le iba a cobrar, yo estaba tan emocionado por tatuar a Villa, que le dije que nomás 600 pesos, porque no quería que se fuera a arrepentir.

Me dijo que estaba bien y ya cuando empecé el tatuaje me empezó a platicar varias cosas sobre Pancho Villa, y que incluso su abuelo se le había manifestado de varias maneras, ahí es cuando me enteré que este señor era nieto de Francisco Villa, de hecho tenía un gran parecido, su nombre es Óscar Villa.

Mientras le hacía el tatuaje, me platicaba varias cosas de su abuelo y de cómo se le había aparecido varias veces y les juro que hubo un momento en el que sentí su presencia, yo me acuerdo que estaba tatuando y de reojo alcancé a ver en el mismo estudio la sombra de una persona alta con sombrero.

No me van a creer pero mientras le hacía el tatuaje, el señor se quedaba dormido, y de repente se despertaba y me decía, “mi abuelo me dice que te hace falta detallar más la oreja”; y tenía razón, había algunos detalles que arreglar de ahí, lo más extraño es que el señor no se podía dar cuenta de eso.

Así pasaron varias horas, hasta que el tatuaje lucía lo más perfecto, ahí, sin yo avisarle, el señor se despertó y me dice: “ahora sí, me dijo mi abuelo que ya había quedado, que le había gustado mucho”.

Ahora, otra cosa más extraña, al momento de cobrarle los 600 pesos que le dije originalmente, el nieto de Pancho Villa me pagó 1600 y me dijo que siempre tenía que cobrar bien por mi trabajo.

No me van a creer pero mientras hacía el tatuaje, y al ver que estaba muy detallado, varias veces me repetí en la mente, “este tatuaje lo debí haber cobrado en 1600”, y sin que yo se lo dijera eso fue exactamente lo que me pagó.

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